Durante seis años, dos administraciones de gobierno y con litigios legales abiertos, la construcción del Hospital General de Cuajimalpa ha estado empantanada y su avance es nulo.
Cuenta con presupuesto asignado, pero en medio de pleitos legales, no se ha atendido la demanda ciudadana de tener servicios médicos cercanos.
Mañana se cumplen seis años de que a las 07:15 horas del 29 de enero de 2015, una pipa explotó mientras surtía de gas al hospital. La mayor parte colapsó, el mercado contiguo tuvo graves daños y el saldo fue de cinco personas muertas, entre ellas dos bebés, y más de 70 lesionadas.
Actualmente ese terreno está con vallas y abandonado. El proyecto ha tenido tropiezos desde la gestión de Miguel Ángel Mancera y ahora con el gobierno de Claudia Sheinbaum Pardo.
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Bernard Flores, vecino de Contadero y quien promovió dos amparos para detener los trabajos, aseguró que la defensa jurídica ve como interés público que edificar la unidad en una nueva ubicación, con mejor vialidad urbana y con factibilidad de uso de suelo como ambiental, representaría menores costos económicos, sociales y políticos. Incluso, dijo, restituir la zona federal del río Tacubaya.
El alcalde de Cuajimalpa, Adrián Rubalcava, dijo que es urgente el hospital para los habitantes ya que el único centro médico público queda a 40 minutos: el de Enrique Cabrera, en Álvaro Obregón.
“Necesitamos un hospital, no hay ninguno en la zona excepto privados [en Santa Fe] y el público queda a más de 40 minutos. Hay intereses personales con los amparos, argumentan que Contadero es pueblo originario y después que va generar que la zona baje en plusvalía, se ha dialogado y sólo es un grupo minoritario que no quiere seguir con la construcción”, expuso.
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El edil añadió que hay una postura injusta porque el centro hospitalario ya se encontraba y no dejar que se vuelva a construir perjudica los traslados de los pacientes ante la actual emergencia sanitaria, si se tuviera en la zona, desahogaría otras unidades médicas.
“Yo tengo un compromiso con la ciudadanía y cuando nosotros salgamos del Gobierno de la Ciudad ese hospital va a estar operando”, recalcó.
Obstáculos
A mediados de agosto de 2020, el Gobierno capitalino anunció un nuevo proyecto para el hospital, que se edificaría junto con la Secretaría de la Defensa Nacional, con una inversión de 450 millones de pesos.
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Durante el 14 y 15 de diciembre de ese año, el gobierno local aplicó una encuesta a mil 90 habitantes para saber si querían la unidad, 96% optó por el sí.
En un recorrido realizado por EL UNIVERSAL en lo que era antes el Hospital Materno Infantil de Cuajimalpa, se pudo observar que el terreno se encuentra abandonado, con algunas varillas oxidadas, cercado con tablones de madera, pero sin nadie que resguarde la zona.
“Buscamos acceso a los servicios médicos, que se haga justicia y que tengamos un hospital cercano. Han pasado años y no hemos visto que haya un hospital cercano a la zona. Tenemos conocimiento de que no quieren la construcción algunos, pero no se vale, otros sí”, dijo una comerciante cercana al predio.
Bernard Flores advirtió al Gobierno capitalino que al insistir en realizar la obra pública, donde afirma lo prohíbe la ley, pone en riesgo su proyecto político en la Ciudad de México, ya que es incuestionable la imposibilidad de que, en los mismos predios donde se comenzó a edificar el Hospital General de Cuajimalpa durante la anterior administración, se inicie por parte del Gobierno actual.