Más de 70% del agua que llega a la Ciudad de México proviene de pozos, y aunque es la principal fuente de obtención del líquido, están limitados, por lo que no se pueden hacer más, explicó a EL UNIVERSAL Bernardo Carmona, coordinador general del Sistema de Aguas capitalino (Sacmex).
“Tenemos un límite en el número de pozos que podemos utilizar dentro de la Ciudad. El límite está establecido a través de los títulos de concesión otorgados por la Comisión Nacional del Agua (Conagua). Estos títulos de concesión vienen de principio del siglo, no tengo la fecha precisa en este momento, en el 2000, lo que sí sé es que en 2016 se refrendaron los títulos de concesión, los mismos títulos que teníamos antes de 2016, seguramente de unos 10 o 15 años antes de 2016. Es decir, el número de pozos que podemos tener en la Ciudad es fijo, está limitado, no podemos rebasarlo”, explicó el funcionario.
En la capital existen 179 títulos de concesión de pozos de agua para uso industrial y de servicios otorgados por la Conagua, de acuerdo con información que presentó el gobierno local en marzo de este año. En esa fecha había cinco títulos en proceso de transmisión de la concesión, además de cuatro vencidos.
Ante este límite, lo que se puede hacer para mantener la principal fuente de agua es procurar que los pozos estén en las mejores condiciones posibles para continuar con el abastecimiento, añadió Carmona.
Entre 2019 y 2022, el Sacmex realizó el mantenimiento de 251 pozos que abastecen a la capital del país: 71 de la Ciudad de México, 118 de Lerma y 62 del Plan de Acción Inmediata (PAI).
“Cuando hablamos de la rehabilitación de un pozo decimos ‘a ver, la bomba de este pozo ya está desgastada, necesitamos cambiarla’, porque está produciendo 50%, 60% o menos, 40% del agua que podemos obtener de este pozo. Entonces cambiamos la bomba. O decimos ‘este pozo ya tiene su pared interna sucia o incrustada por elementos propios del subsuelo en donde está perforado el pozo’. Entonces tenemos que cepillarlo, limpiarlo y regresarlo a sus condiciones normales de operación”, indicó.
En algunos casos, cuando un pozo ya está muy deteriorado, sale de operación, entonces se tiene que perforar otro equivalente al que se cerró.
“Si bien es una nueva perforación, no es un pozo adicional, es un pozo que sustituye a otro que ya salió de operación, de esa forma es en la que trabajamos nosotros para conservar los pozos que tenemos en producción sin rebasar de ninguna manera los títulos de concesión que tenemos otorgados por la Comisión Nacional del Agua”, indicó.
En este caso, entre 2019 y 2022, el Sacmex construyó por relocalización de 57 pozos: 43 de ellos en la Ciudad de México y 14 en Lerma.
En números redondos, el coordinador general del Sacmex comentó que la capital tiene entre 360 y 380 pozos de agua, además de “otro tanto” del Sistema Lerma que también distribuyen agua a la Ciudad.
Para el próximo año se prevé hacer otras 41 rehabilitaciones y 11 reposiciones de pozos operados por el Sacmex, de acuerdo con su plan de inversión para recuperar fuentes de agua ante los embates que vive el Valle de México por la escasez de líquido.