En agresiones, acoso o violencia contra las mujeres, “necesitamos muchos ojos en la calle, en la Ciudad, observadores que nos den ese llamado de alerta para que podamos acudir en tiempo o mejor, prevenirlos”, dice con un gesto serio la directora de la Policía Metropolitana Femenil Ateneas, de la Secretaría de Seguridad Ciudadana capitalina (SSC), Itzania Otero Manzo.
Bajo el contexto de agresiones por cuestiones de género, la jefa Atenea ha ordenado a sus elementos “ponerse en los zapatos” de las víctimas, pues ellas también son mujeres y deben tener empatía.
Son 70 uniformadas de este agrupamiento quienes día a día tienen presencia en las calles; sus trabajos actualmente se concentran en la alcaldía Cuauhtémoc y parte de Miguel Hidalgo, esto es en zonas como Roma, Condesa y Polanco, aunque también están en el paradero del Metro Chapultepec.
El resto de los elementos están conformados por la Unidad de Género de la policía capitalina para dar un total de 100 efectivas que atienden la incidencia contra las mujeres, anuncio que dio a conocer el jefe de la policía capitalina, Omar García Harfuch, el pasado martes.
Este grupo policial femenil fue desplegado en colonias en donde mayormente se registran incidencia delictiva por cuestiones de género en la Ciudad de México, mismas que fueron dadas a conocer por EL UNIVERSAL, en su edición del lunes.
La jefa Atenea comenta que el trabajo más “arduo” del último mes ha sido en la colonia Condesa, en donde han atendido al menos seis reportes además, refiere que las vecinas ya conocen a las policías que están en las calles.
Ellas se acercan en células conformadas por dos uniformadas. Las zonas en donde mayor conflictos han detectado es en calles como Álvaro Obregón, en la colonia Roma Norte, en Cuauhtémoc.
Además de Cuernavaca, Juan Escutia, Alfonso Reyes, Zamora o Pachuca, en la colonia Condesa. En la alcaldía Miguel Hidalgo son en zonas como Polanco y el paradero del Metro Chapultepec.
En esta zona, dice la directora de la Policía Metropolitana Femenil, detectaron que indigentes también acosan o incluso tiene alguna colusión con delincuentes, motivos por los que intervinieron para ofrecer traslados a albergues o atenciones médicas, pero que la mayoría “se niega rotundamente”.
Este agrupamiento focalizó que las mujeres que sufren alguna agresión por cuestiones de género evitan llegar a la denuncia.
“Eso nos genera problemas, el que no puedan continuar con la queja. En algunas ocasiones sólo detenemos la agresión en la calle y cuando les decimos si quieren proceder, nos dicen que no.
“Es la fuerza que Ateneas está dando en las calles, trabajamos de manera cercana a los ciudadanos. Siempre he pensado que el policía debe de ser como un doctor. Si te sientes mal, llamas a tu médico de cabecera y él está ahí para atender. Pienso que eso debe hacer el policía, estar en ese mismo modelo. Si tienen una situación [mujeres] tanto adentro de casa, temas fuertes de género, como afuera, que tengan confianza sin que teman a que habrá represalias”, dice Otero Manzo.
La jefa Atenea es enfática en sus palabras, pues refiere que desde 2008 los protocolos policiales indican que debe haber proximidad y acercamiento con los ciudadanos, pero que su implementación tuvo “huecos” que en la actualidad se están reparando para fortalecer el vínculo con los capitalinos.
“Lo estamos concretando… la delincuencia tienen el poder si el policía y el ciudadano están peleados”, refiere la también maestra en dirección de proyectos.
Una vez el agrupamiento de Ateneas atiende un reporte de alguna mujer, solicitan la intervención de la Unidad de Género de la SSC, quien capta las quejas y denuncias, y brinda orientación con policías femeninas, abogadas y sicólogas.
“Necesitamos que las ciudadanas se comprometan a mantener esa denuncia, seguirla, para que se pueda, de verdad, disminuir la violencia que se está generando”, asegura Otero Manzo.