Tras denunciar que líderes sindicales de la Ciudad de México intentaron influir en la lista de personas que son vacunadas contra el Covid-19, lo cual formó parte de la confusión que prevaleció ayer entre personal médico para ser inoculado en el Hospital Militar del Vergel, la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum Pardo, advirtió que no se permitirá el influyentismo y habrá sanciones administrativas y penales a quien incurra en esa conducta.

“No vamos a permitir, bajo ninguna circunstancia, que un líder de una sección sindical o un comisionado sindical que no está al frente del Covid genere alguna influencia o, por cualquier vía, quiera entrar a la lista que ha estado coordinando la Secretaría de Salud federal. Aquí no hay influyentismo, aquí no es como en gobiernos anteriores, en los que ser un líder sindical corrupto les permitía tener canonjías”, afirmó Sheinbaum Pardo.

La mandataria detalló que instruyó a la Sedesa dar a conocer los nombres y que, de inmediato, haya sanciones administrativas, y pidió a la fiscal General de Justicia de la Ciudad de México, Ernestina Godoy, que se dé el castigo máximo que se tiene que dar por un tema penal.

Por la tarde, la Sedesa, mediante un comunicado, informó que se envió una convocatoria, organizada por una sección del Sindicato Único de Trabajadores del Gobierno de la Ciudad de México (SUTG-CDMX) y que circuló por WhatsApp, donde se pedía a todo el personal de Salud acudir al Hospital Militar de zona El Vergel, ubicado en la alcaldía Iztapalapa, para vacunarse contra el Covid-19.

Esta convocatoria ocasionó que personal de todas las áreas de la Sedesa, incluyendo administrativos y directivos, se congregara en las instalaciones de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) desde ayer por la madrugada para solicitar su inoculación, a pesar de que no estaban considerados por no estar en primera línea en la lucha contra la pandemia.

La titular de la dependencia, Olivia López Arellano, acudió al lugar y les informó que es falso que se vacune a directivos y administradores y reiteró que la dosis sería aplicada sólo a los trabajadores prioritarios.

Ante esta situación, la dirigencia del Directorio del SUTG-CDMX reprobó la acción de algunos representantes e integrantes de las Secciones 12 y 13, y el líder del directorio, Joel Ayala, advirtió que este tipo de acciones obliga a aplicar la norma jurídica con las sanciones correspondientes a quienes busquen afectar la marcha del programa de vacunación establecido, trazado y ejecutado por los gobiernos federal y de la Ciudad de México.

Ante el señalamiento en contra de la Sección 12, Héctor Carreón, representante de la misma, se deslindó de los mensajes, asegurando que no estaba en el nosocomio y que nunca hubo ese tipo de información de su parte ni de allegados. Asimismo, pidió a la mandataria local que no busque chivos expiatorios ante la mala organización de las autoridades de la Sedesa.

Se vivió un caos

Un mensaje por WhatsApp a los trabajadores de los hospitales generales Belisario Domínguez, Tláhuac e Iztapalapa, de la Sedesa, así como de los hospitales del ISSSTE Ignacio Zaragoza y José María Morelos y Pavón, fue el detonante del caos que se generó en el Hospital Militar de zona El Vergel, pues los directivos de cada institución informaron que serían todos vacunados.

De acuerdo con personal médico del Hospital Tláhuac, en la madrugada recibieron un mensaje con la lista de quienes deberían presentarse al hospital de la Sedena, donde serían vacunados; no obstante, la información se fue distorsionado y cientos de personas se dieron cita para recibir la dosis contra el virus.

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