La delincuencia común encontró en el robo a repartidores y despachadores de gas Licuado de Petróleo (LP) un nuevo nicho lucrativo.
Durante las últimas dos semanas se denunciaron ante la procuraduría local cinco robos con el mismo modus operandi; aparentemente los delincuentes “cazan” las rutas de los repartidores, observan qué unidad fue la que vendió más y antes de entregar cuentas, los atracan.
En este sentido, los primeros avances en la investigación apuntan a que el presunto líder que orquesta los atracos pudo ser un exrepartidor, pues conocen las rutas, los días que más venden y sobre todo, el horario en que van a resguardar el dinero recolectado por las ventas.
El hecho más reciente ocurrió el pasado fin de semana en la alcaldía Xochimilco, cuando un repartidor resultó lesionado en la pierna por un disparo, luego de que se resistió al robo de la cuenta.
Consta en la carpeta de investigación con folio FXH/XO-2/UI-2 C/D/00045/01-2020 T1, que se inició por tentativa de homicidio, que la unidad 425 de la empresa Gastel fue interceptada por dos delincuentes armados luego de que surtieran del energético a un restaurante y un domicilio del mismo sector.
Luego de que los trabajadores cobraron, los delincuentes los obligaron a entregarles el efectivo, pero uno de los empleados se resistió, por lo que le dispararon en dos ocasiones.
A la misma carpeta se anexaron dos hechos más; uno registrado el sábado en la colonia Isidro Fabela, en Gustavo A. Madero, donde, aunque no hubo heridos, el botín de los delincuentes fue de 20 mil pesos.
Luego el domingo, en Iztapalapa, otra pipa repartidora fue interceptada de la misma manera para robarse 15 mil pesos en efectivo.
Las carpetas de investigación revelan que los atracos ocurren principalmente los fines de semana en un horario de entre las 12:00 horas y las 18:00 horas, ya que tanto las pipas como aquellos que surten las casas con cilindros de gas que terminan de hacer su recorrido y llevan como resultado de la venta del día dinero en efectivo que no supera los 20 mil pesos.
A raíz de los recientes atracos, algunas de las empresas afectadas no descartan la posibilidad de pedir ayuda a la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) para que así patrullas resguarden las unidades durante los recorridos en las zonas más conflictivas o donde ya se han registrado robos.