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Toluca, Méx.— Fracasaron los filtros de seguridad que desplegó la Dirección de Seguridad Pública y Tránsito de Toluca a principios de año para prevenir robos a usuarios y conductores de autobuses de servicio público en la ciudad, reconoció el director Roberto Valdés.

Por lo anterior, las autoridades toluqueñas sustituyeron desde hace un mes la estrategia, es decir, ahora hay presencia de policías encubiertos a bordo de los camiones de pasajeros para garantizar la su seguridad.

Explicó que entre otras razones por las cuales falló la estrategia, fue porque la gente se quejaba de la “pérdida de tiempo que implica descender de las unidades para que los policías los revisen” y también porque los choferes y los delincuentes se advertían sobre los dispositivos, que eran fijos cada semana.

En el mes de marzo, Valdés señaló que las rutas que el ayuntamiento identificó entre las más peligrosas se localizan en la zona norte del municipio, por ejemplo, en San Pablo Autopan, las inmediaciones del Aeropuerto Internacional de Toluca y El Cerrillo Vista Hermosa, que son también las más pobladas de la ciudad o las que tienen mayor crecimiento urbano.

En los filtros de revisión participaban autoridades municipales, así como personal de Derechos Humanos, y pretendían detectar a posibles delincuentes, personas armadas, bajo el influjo del alcohol o las drogas, que fueran peligrosos para los usuarios de las rutas.

Renuencia a denunciar. Aunado a ello, reiteró que existe una gran renuencia por parte de la población para acudir ante las instancias correspondientes a establecer una denuncia formal contra los delincuentes, por una parte porque desconfían de las autoridades, y por otra, porque no quieren exponerse a represalias o perder el tiempo esperando en el Ministerio Público, lo que genera que los asaltantes regresen a las calles de inmediato tras ser detenidos.

Además, dijo, los ciudadanos notificaron a las autoridades que desde hace tiempo los conductores de transporte y los propios delincuentes sabían dónde y a qué hora se establecerían los filtros, lo que, consideró, hacía sencillo burlar a los uniformados y atacar antes o después de las revisiones.

Roberto Valdés resaltó que ante esta falla implementaron un nuevo programa en el que participan 11 uniformados distribuidos en las rutas más peligrosas con la finalidad de inhibir la incidencia delictiva.

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