En transporte, en bicicleta, a pie o de rodillas siguen su devoción para celebrar, como cada 12 de diciembre y aunque sea por unos segundos, a la Virgen de Guadalupe. Algunos llevan días sorteando los peligros de carreteras, el calor y el frío. También están aquellos que regalan un taco o un poco de agua para calmar el hambre y la sed de los peregrinos.
Hasta la mañana de este 12 de diciembre han llegado a la Basílica de Guadalupe más de 11 millones de peregrinos, dio a conocer la jefa de Gobierno, Clara Brugada; se reporta saldo blanco. Foto: Diego Prado/EL UNIVERSAL
En transporte, en bicicleta, a pie o de rodillas siguen su devoción para celebrar, como cada 12 de diciembre y aunque sea por unos segundos, a la Virgen de Guadalupe. Foto: Luis Camacho/EL UNIVERSAL
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Algunos llevan días sorteando los peligros de carreteras, el calor y el frío. Foto: Luis Camacho/EL UNIVERSAL
También están aquellos que regalan un taco o un poco de agua para calmar el hambre y la sed de los peregrinos. Carlos Tovar y su familia llevaron 600 kilos de carnitas para brindar un taco a los feligreses. Foto: Gabriel Pano /EL UNIVERSAL
Todos los caminos llevan a la Basílica de Guadalupe. Y eso lo saben los habitantes de comunidades del oriente del Valle de México, así como de Tlaxcala y Puebla, que utilizan los senderos posibles para llegar al templo. Foto: Luis Camacho /EL UNIVERSAL
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Miles de ellos se van por las vías del tren, por ese camino sinuoso en el que abundan piedras, polvo y por el que en algún momento pasa el ferrocarril de carga, lo que aumenta el riesgo. Foto: Luis Camacho/EL UNIVERSAL
“Es un poco complicado [caminar por las vías], pero mientras vaya uno con amor, se hace fácil”, expresó Ricardo Santana, quien le pedirá a la Virgen de Guadalupe salud para él y su familia. Foto: Luis Camacho/EL UNIVERSAL
Decenas de peregrinos avanzan de rodillas al atrio principal de la Basílica para darle gracias a la Virgen de Guadalupe. Foto: Luis Camacho/EL UNIVERSAL
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Desde pequeños muestran su fe por la "Virgen Morena". Foto: Yaretzy M. Osnaya/EL UNIVERSAL
Bawel, es un ciudadano polaco con discapacidad, acude por primera vez a visitar la Basílica de Guadalupe junto a su amigo Maciek durante su peregrinación. Foto: Gabriel Pano/EL UNIVERSAL
El cansancio y algunas lesiones se hace evidente durante el recorrido de los peregrinos. Foto: Luis Camacho/EL UNIVERSAL
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La fe y devoción por la Virgen de Guadalupe se desborda el 12 de diciembre. Foto: Luis Camacho/EL UNIVERSAL
Con los miles de peregrinos que arriban a la Basílica de Guadalupe para rendir sus respetos a la madre de Cristo, también llegan decenas de perros a las calles de la alcaldía Gustavo A. Madero, hambrientos, sedientos y cansados luego de caminar por horas e incluso días. Foto: Jorge Medellín/EL UNIVERSAL
En las escalinatas de la Basílica, muchos perros buscaron un poco de sombra para refrescarse, otros se quedaron en el atrio, a un lado de las puertas o junto a algún grupo de peregrinos. Foto: Jorge Medellín/EL UNIVERSAL
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“Lo que pasa es que muchos perritos se pegan a los peregrinos en el camino, porque les dan algo de comer o agua y los vienen siguiendo hasta acá, y luego los peregrinos se regresan en camión o en transporte y los dejan en la zona y se nos llena de perros”, explicó Nathaly Portilla, de la Agencia de Atención Animal. Foto: Luis Camacho/EL UNIVERSAL
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