Miles de capitalinos abarrotaron plazas comerciales, mercados, las calles del Centro Histórico y Tepito para realizar la cena de fin de año, comprar regalos y ¡los calzones! para atraer el amor o el dinero este 2024.
La señora Teresa Guadarrama de sus 75 años de edad, lleva 40 vendiendo lencería en Tepito, tan solo a unos pasos de la estación del Metro que lleva ese nombre.
El puesto es atendido por ella, sus nueras y nietas y por algunas migrantes que la apoyan en esta temporada alta.
Afirma que lo que más se vende es la ropa interior, sobre todo, en color rojo y amarillo, sin embargo, cuenta con lencería confeccionada en ambos colores para la gente supersticiosa que quiere atraer esas dos suertes a su vida.
Doña Tere como cariñosamente le llaman, extiende esta invitación. “Acá en Tepito los estamos esperando con los brazos abiertos, para que vengan a comprar les damos muy buenos precios” ella destaca que ahora es más seguro ir al barrio bravo "ya no es como antes”, dice.
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También se vende ropa interior de fantasía para hacer los tradicionales intercambios de broma; sobresalen los modelos con configuras de animales como changuitos, elefantes o hasta el tradicional gorro navideño. Al preguntarle cuál es el modelo más vendido, la señora Teresa segura que la tanga es la pieza con más demanda
Cientos de familias llegaron a un supermercado ubicado en Calzada de Guadalupe, en la colonia Guadalupe Tepeyac, en la alcaldía Gustavo A. Madero, para las compras de la cena de fin de año.
Desde el estacionamiento se podía apreciar que la afluencia era alta, y ya en los pasillos la gente se apresuraba a tomar los insumos que requerían, muchas personas tardaban varios minutos en seleccionar una mercancía, optando al final por la opción más económica.
Los productos más demandados son los pavos, la pierna, lomo de cerdo relleno o adobado y otros productos a granel para realizar las tradicionales ensaladas de fruta, lo que agilizaba las compras y evitaba aglomeraciones.
En la Calle del Carmen, en el corazón de la ciudad, decenas de capitalinos se apresuraron a comprar regalos y detalles para sus seres queridos para este fin de año. Algunos se daban un pequeño premio a sí mismos por haber concluido un año más, la mayoría se adelantaba a la llegada de los Reyes Magos y buscaban los juguetes de moda que Santa Claus no alcanzó a dejar.
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