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Tora, un ejemplar de tigresa de bengala que fue rescatada el año pasado del santuario Black Jaguar-White Tiger, localizado en el Ajusco, se recupera de forma satisfactoria, dio a conocer la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) de la Ciudad de México.
En julio del año pasado, el Centro de Conservación de la Fauna Silvestre, recibió a 8 felinos que estaban en malas condiciones de salud, siete leones y la tigresa “Tora”; también recibió a 14 primates.
"Tora" celebra el Día del Tigre en Chapultepec
En el marco del Día Internacional del Tigre, que se celebra este sábado 29 de julio, la Sedema recordó que cuando “Tora” llegó a Chapultepec, presentaba peso era bajo y tenía una condición corporal pobre, incluso se le notaban las vértebras de su columna, las costillas y huesos de la cadera. Además, tenía pelo hirsuto que refleja un mal estado de salud en general.
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Ahora, un año después de su rescate y con el apoyo del personal del Zoológico de Chapultepec quien brindó cuidados intensivos, se encuentra recuperada de salud. En el zoológico, médicos veterinarios, cuidadores, biólogos y nutriólogos trabajaron en proporcionar una alimentación balanceada, con el aporte adecuado de energía y nutrientes.
Presenta una condición corporal óptima y ha mejorado aspecto conductual
En la actualidad, “Tora”, de aproximadamente seis años, consume a diario ocho kilos de carne roja, además de suplementos con vitaminas y minerales.
Alberto Olascoaga Elizarraráz, director del Zoológico de Chapultepec y médico veterinario afirmó que la tigresa ya se encuentra en una condición corporal óptima y ha ganado bastante peso.
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"Si ven su pelaje, su comportamiento, está muy tranquila en el recinto, explorando. Entonces eso nos habla de que ya se corrigió la parte nutricional, la baja condición de peso que tenían, y en general se ve un ejemplar mucho más sano, de acuerdo con las condiciones que debemos observar en un felino silvestre de este tipo”, resaltó.
“Tora” también ha mejorado en el aspecto conductual. Hace poco más de un año llegó nerviosa y no le gustaba estar cerca de otros ejemplares. Ahora, ya se nota muy tranquila, recorre el albergue exterior para explorarlo, se acostumbró a los sonidos que se perciben en su entorno y poco a poco se ha habituado a la presencia de los otros tigres que habitan en el albergue ubicado en el bioma de bosque tropical.
bmc
