Toluca, Méx.— Marco Antonio Alvarado fue seleccionado para interpretar en lenguaje de señas dos cuentos para niños, como parte del cartel de la Feria Internacional del Libro del Estado de México . Es la primera vez que se lleva a cabo este ejercicio en la FILEM , con la intención de llegar a todos los niños, con o sin discapacidad auditiva, y mostrar la importancia de ser incluyentes
Para Marco, abogado de profesión, ser intérprete es una forma de vida. Su papá es sordo, así que aprendió el lenguaje de señas mexicanas desde niño y siempre ha convivido con esta forma de comunicación, la cual lamenta que siga siendo tabú en algunas familias con niños que viven con discapacidad auditiva.
A Marco lo llamaron por parte de la Secretaría de Cultura y Deporte , a cargo de Marcela González Salas , lo que calificó como “muy bueno” porque están abriendo las plataformas a la única discapacidad que no es visible. Y al ser dirigida a niños, permite que este sector de la población tenga acceso a algo exclusivamente suyo.
Los cuentos, “Empatados” y “Soy igual que tú, pero diferente” , abordan el tema de la discapacidad. El primero es sobre déficit de atención y el segundo sobre al Síndrome de Down .
“Es muy bello que a los niños les hagamos saber a través de historias que el mundo está lleno de personas diferentes, pero todos somos iguales”, dice el intérprete.
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La presentación será este sábado a las 16:30 horas y se transmitirá por las diversas plataformas de la FILEM: en Facebook FilemMx y https://filem.uaemex.mx/. Los cuentos serán leídos por Claudia Burr e interpretados simultáneamente.
Alvarado expresó que desde su hogar sabe la importancia de la interpretación al lenguaje de señas , pues su papá quedó sordo a los seis años de edad y desde entonces aprendió el lenguaje que le ha servido para desenvolverse en diversos ámbitos, pues desde hace 60 años trabaja para la Fiscalía de Justicia realizando esta labor:
“Primero hace 20 años hubo la necesidad de interpretar en el Poder Judicial , en el ámbito jurídico; pero después decidieron que no era tan importante tenerlo y hoy apoyo en otros ámbitos. Fue así como nació mi formación como intérprete”, relató.
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Reconoció que por desgracia, pese a la apertura que hay sobre la existencia de las diversas discapacidades en el país y en el mundo, la realidad es que en México no ha permeado lo suficiente, pues en los años 60 había sólo una escuela para personas sordas en el país y actualmente no hay una gran diversidad.
“Aún cuando la familia busque una escuela para los niños con esta discapacidad, no existe. Las autoridades no han considerado a este grupo de personas pese al interés de la gente por instruir a sus hijos. Si bien el DIFEM o los Centros de Rehabilitación lo tienen, es un aprendizaje limitado, sólo para valerse hasta la primaria, pero no hay instrucción académica a nivel medio superior y superior”, reprochó.
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