Huixquilucan, Méx.— El asilo que operaba como hotel de lujo en avenida Palma Criolla, en San Fernando La Herradura, fue asegurado por personal de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM), junto con otras autoridades mexiquenses, luego de una denuncia por presunto maltrato de una mujer mayor, donde vivían 55 adultos de la tercera edad.
La fiscalía mexiquense realizó esta inspección al asilo que operaba en un edificio de 19 pisos, el cual contaba con 100 habitaciones, ubicado en la zona residencial de Interlomas.
EL UNIVERSAL visitó este lugar cuando empezó a operar bajo un sistema similar al de un hotel gran turismo, donde además de contar con servicio médico y una unidad de atención de emergencias médicas, tenía un cine, salones de juegos, estética, gimnasio, restaurante, capillas y albergaba a destacados adultos mayores, entre ellos artistas, profesionistas retirados, empresarios e inventores, quienes pagaban más de 30 mil pesos al mes de alojamiento.
Este 27 de enero, la Fiscalía General de Justicia del Estado de México informó que por una denuncia de presunto maltrato a una de sus huéspedes, realizó una inspección al lugar, en la que además participaron inspectores de la Comisión para la Protección de Riesgos Sanitarios del Estado de México (Coprisem), DIFEM, Instituto de Verificación Administrativa del Estado de México (Inveamex), Protección Civil mexiquense, personal de la Secretaría de Seguridad mexiquense (SS), policía municipal y de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México, quienes en ejercicio de sus atribuciones también llevaron a cabo diligencias en el asilo.
“Esta diligencia se llevó a cabo con estrictas medidas higiénicas; cabe señalar que la Secretaría de Salud realizó pruebas rápidas para detección de Covid-19 a los servidores públicos que ingresaron a las instalaciones”, afirmaron autoridades de la fiscalía mexiquense.
Luego de un recorrido al lugar y de verificar el estado de salud de 55 adultos mayores que se encontraban en el inmueble, la autoridad estatal determinó el aseguramiento de las instalaciones y la Coprisem decidió suspender la operación del asilo, “ya que se detectó un riesgo inminente para la vida de los residentes del sitio, así como condiciones higiénico sanitarias no óptimas”, por lo que el sitio fue cerrado.
En el inmueble también se encontraron 14 empleados del asilo, entre representantes legales, enfermeras o cuidadoras, personal administrativo y un elemento de seguridad privada.
Los 55 adultos mayores quedaron bajo resguardo del DIFEM, institución que en un periodo no mayor a siete días contactará a las familias de cada uno de ellos para ser entregados a sus núcleos familiares, aseguraron autoridades mexiquenses.