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Jade, con cuatro años de edad, fue encontrada muerta dentro de un tambo de plástico azul en Acolman; a Leonardo lo vincularon a proceso por la muerte de su hija de cuatro meses de edad, quien murió por asfixia tras ser abusada sexualmente en Huehuetoca; Giselle de once años apareció semidevorada por fauna luego de desaparecer en Chimalhuacán; Camila apareció sin vida en un predio baldío de Valle de Chalco. Ellas son cuatro de las 22 menores de edad víctimas de ataques sexuales ocurridos en el Estado de México de 2017 a febrero de este año, entidad que ocupa el primer lugar en este tipo de ilícitos.
La Fiscalía General de Justicia mexiquense reportó que en ese mismo periodo lograron la detención de 17 personas relacionadas con 15 muertes de menores de edad, una de ellas ya fue sentenciada a prisión vitalicia.
En la mayoría de los casos los presuntos homicidas fueron padres, padastros, tíos o vecinos de las víctimas, lo que refleja que es en el hogar donde se encuentra el presunto atacante de los menores.
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De acuerdo con las carpetas de investigación iniciadas por la fiscalía, en 2017 se contabilizaron siete casos, en 2018 aperturaron nueve carpetas de investigación y en lo que va de este año suman seis feminicidios infantiles, situación que preocupa a las autoridades porque, de mantenerse esta tendencia, podría superar por mucho las cifras hasta el momento contabilizadas, dado que todavía no transcurren ni dos meses del año.
Un dato que también llama la atención es la disparidad de cifras que existen al respecto y que no cuadran. Por ejemplo, el reporte de Información sobre Violencia a las Mujeres del Sisitema Nacional de Seguridad (SNSP) revela que durante 2018 se presentaron 14 casos de niñas muertas 1 a 17 años en el Estado de México, cuando la fiscalía local reportó seis.
El mismo organismo federal informa que de 2015 a 2018 se duplicó el número de niñas y menores de 17 años muertas en todo el país, al pasar de 40 a 86.
Según las estadísticas, el Estado de México concentró la mayor cifra, con 14 niñas asesinadas; seguido de Chihuahua, con 10 y Nuevo León, con ocho víctimas, de acuerdo al informe especial del SNSP.
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Sin embargo, para la asociación civil Comunicación e Información de la Mujer A.C (CIMAC), existen otros datos que podrían revelar que es mucho mayor el número de feminicidios infantiles.
Según los datos de Defunciones Femeninas con Presunción de Homicidios (DFPH), de menores entre 0 y 14 años de edad, que reportó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) entre 2012 y 2016, hubo 166 niñas que perdieron la vida por feminicidio en la entidad mexiquense.
De esa cifra mortal, 25% fue por disparo de arma de fuego, 19% por ahorcamiento, 12% por objetos punzocortantes y 3% por ahogamiento de las víctimas, entre otros casos.
Si bien los periodos comparados son dispares, la agrupación refiere que habría que hacer una revisión más exhaustiva de los casos reportados a las autoridades de procuración de justicia.
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Bebés muertas con trato inhumano
Jade, una niña de cuatro años de edad, quien murió presuntamente por hambre y frío, fue descubierta por policías apenas este 20 de febrero, cuando una pareja la trasladaba dentro de un tambo de plástico azul, por calles del municipio de Acolman, cubierta con tierra y cal.
Leonardo fue detenido por agentes ministeriales de la fiscalía mexiquense, luego de la muerte de su hija de cuatro meses de edad el 8 de febrero, quien falleció asfixiada luego de ser atacada sexualmente en su casa ubicada en Privadas del Valle, en el municipio de Huehuetoca.
El caso de Calcetitas rojas, otra pequeña de cuatro años de edad, cuyo cuerpo apareció semidesnudo tirado entre tierra y basura en el cruce de la avenida Bordo de Xochiaca y Virgen del Camino en Nezahualcóyotl, el 18 de marzo de 2017, fue uno de los más dolorosos, que visibilizó la existencia del feminicidio infantil
Pese a que la víctima era prácticamente una bebé, durante nueves meses nadie reclamó su cuerpo, que pudo haber sido enterrado en una fosa común, no obstante, personal de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) decidió sepultarla, casi dos meses después de permanecer en el Servicio Médico Forense, en el cementerio Parque Memorial, bajo el nombre de Angelita.
La acción de la activista y periodista Frida Guerrera, quien durante meses buscó a la familia de la niña e incluso mandó hacer con una artista forense un retrato de la pequeña, sin los golpes con los que fue encontrada y que sólo llevaba como distintivo unas “calcetitas rojas”, propició que las tías de la bebé la identificaran como Lupita y se pudiera encontrar casi un año después a su madre y a su padrastro.
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Eran una pareja de adictos, presuntamente fueron sus victimarios, de acuerdo con investigaciones de la fiscalía mexiquense, que revelaron que la pequeña fue violentada sexualmente y murió a causa de una golpiza.
También en Nezahualcóyotl, el 9 de junio de 2017, el cuerpo de Valeria, de 11 años de edad, fue encontrado sin vida y con huellas de abuso sexual, en el asiento del copiloto de una combi de la Ruta 40, en la calle Zandunga de la colonia Benito Juárez, transporte al que la subió su padre para que no se mojara por la lluvia, mientras él iba en bicicleta.
Retenes en busca de niñas
A finales de 2018 y principios de este año, el Estado de México registra una ola de muertes y agresiones a niñas, que primero desaparecieron de acuerdo con denuncias de sus padres, quienes junto con familiares y vecinos se movilizaron y organizaron brigadas de búsqueda de las pequeñas. Valeria, de 12 años de edad, quien fue reportada como desaparecida el 14 de octubre de 2018 en el barrio de Tlacotepito, colonia El Mirador, municipio de Melchor Ocampo, llevó a que cientos de pobladores realizaran labores de búsqueda y retenes en la carretera en busca de la niña, quien fue encontrada muerta un día después en un terreno baldío de la misma zona.
Por este feminicidio, investigadores de la fiscalía mexiquense detuvieron a Jesús “N”, un hombre de 50 años de edad, que acababa de salir de prisión, y quien tras ser capturado, fue reconocido por otra niña de 13 años que fue atacada el 9 de octubre en la misma colonia; también fue denunciado por el ataque sexual a su nieta, una niña de ocho años de edad, por lo que permanece preso en el penal de Cuautitlán, donde enfrenta tres procesos por feminicidio y ataques sexuales a infantes.
Camila, de nueve años de edad, desapareció el 31 de diciembre de 2018, en la colonia Poder Popular en Valle de Chalco, donde familiares y vecinos pasaron la noche de Año Nuevo buscándola hasta encontrarla muerta el 1 de enero, en un predio de la calle Tierra y Libertad.
El 3 de enero, el fiscal general de Justicia del Estado de México, Alejandro Gómez Sánchez, anunció la detención en el estado de Puebla, de Marciano “N”, presunto feminicida de la niña.
El 19 de enero en Chimalhuacán, familiares de Giselle reportaron la desaparición de la niña de 11 años de edad, luego de que fuera vista en un café internet en el barrio San Lorenzo de este municipio que cuenta con Alerta de Género; cinco días después fue encontrado el cadáver de una menor, semidevorado por ratas y perros en terrenos baldíos y de cultivo de Ixtapaluca.
Peritajes de personal de la fiscalía mexiquense demostraron por pruebas de genética que era la pequeña, que cursaba el sexto año de primaria.
Por este feminicidio fue detenido Roberto “N”, un hombre de 51 años, propietario del café internet al que acudió la niña de 11 años de edad. El detenido presuntamente invitó un refresco a Giselle, por lo que ella ingresó a la recámara de su presunto agresor, donde fue violada y golpeada; el agresor pudo haberla matado para evitar que lo denunciara, afirmó el fiscal designado al caso.
Urge crear un perfil de feminicidas
Pese a que los feminicidios van a la alza y afectan a un porcentaje importante de niñas y menores de 17 años, hoy no hay un perfil que permita identificar a un agresor y a un feminicida en potencia, señaló Juan Martín Pérez García, director de la Red de los Derechos de la Infancia en México (Redim).
“Durante mucho tiempo no se contabilizaron los feminicidios y menos aún los de niñas, niños y menores de 17 de años, en una omisión dolorosa, donde se evadió registrar cada víctima con sus características y vulnerabilidad”, indicó Pérez García.
La desaparición de 7 mil menores de edad en México, en los últimos 12 años, “tiene una relación directa con el número de feminicidios, tal como sucedió con Valeria en Nezahualcóyotl o la niña Valeria, de Melchor Ocampo, quienes primero desaparecieron y después fueron encontradas muertas”, indicó el especialista en derechos de la infancia.
Pérez García agregó que en los casos de adolescentes y jóvenes muertas, el agresor en un alto porcentaje es conocido de la víctima, es su novio, pareja o esposo; en el caso de las niñas es un padrastro, un vecino o conocido de la familia, en pocos casos es una persona extraña.
“Los feminicidios de menores son un hecho criminal que debe ser sancionado y en el que no se justifica que el agresor haya actuado alcoholizado, drogado o que quiera aparentar demencia; desinhibidores y alteraciones de conducta que suelen servir de argumento para atenuar su pena”, explicó el director de la Red de Derechos de la Infancia.
Alerta de género no sirve sin voluntad política: Redim
El señalar el incremento en el número de feminicidios, que también se duplicaron al pasar de 407 a 834 en los últimos cuatro años, de acuerdo con la tendencia nacional publicada por la SNSP, Juan Martín Pérez afirmó que la Alerta de Género no sirve si no hay voluntad política.
Incluso en la lista de los 100 municipios con mayor número de feminicidios, muchos cuentan con declaratoria de Alerta de Género, como Ecatepec y Chimalhuacán, y este tipo de homicidios no disminuyen, apuntó el director ejecutivo de Redim.
Ecatepec, con 14 feminicidios; Chimalhuacán y Nezahualcóyotl, con nueve cada uno; Tecámac y Zumpango, con seis mujeres asesinadas; Atizapán de Zaragoza, Chalco y Naucalpan de Juárez, con cuatro cada uno; así como Huixquilucan, Ixtapaluca, y Nicolás Romero, con tres, forman parte de los 100 municipios de todo el país en los que se registró el mayor número de feminicidios en el último año.
Cinco de estos municipios, específicamente Tecámac, Zumpango, Atizapán de Zaragoza, Huixquilucan y Nicolás Romero, carecen de declaratoria de Alerta de Género, y por ende no cuentan con planes y programas para atenuar o erradicar la violencia contra las mujeres, como recursos y policía de género; sin embargo, están incluidos en los 100 municipios del país con mayor número de feminicidios de todo el país, de acuerdo con el SNSP.
En tanto que Ecatepec, Chimalhuacán, Nezahualcóyotl, Naucalpan, Ixtapaluca y Chalco son parte de los once municipios mexiquenses con Alerta de Género, donde pese a tener presuntamente planes, programas y recursos para evitar la violencia hacia las mujeres, el número de homicidios contra mujeres no cesa, apuntó la Redim.