Nezahualcóyotl, Méx.— Alex fue a la tienda que está cerca de su casa y compró una Coca Cola de dos litros por la que pagó 39 pesos. La abrió, se sirvió en un vaso y al primer sorbo se dio cuenta que no era el sabor al que estaba acostumbrado.

Tenía un sabor diferente, como desabrido, como cuando vas al cine que te ponen muchos hielos y se deshacen y te sabe más a agua, así sabía, además se le fue el gas casi después de que la abrí, sí se le va a la original, pero cuando ya lleva como dos o tres días guardada, después de que la abres, pero a esa luego luego se le fue [el gas]”, contó.

Al notar él y algunos de los integrantes de su familia que también tomaron de esa bebida, que el sabor no era el del producto que suelen consumir, revisó la botella y se dio cuenta que la tapa era diferente y el propio envase de plástico que contenía el refresco no tenía las etiquetas de “exceso calorías” y “exceso de azúcares”.

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“Le fui a decir al dueño de la tienda lo que pasó y me dijo que él compra todos los refrescos de esa marca con el camión que le surte y así los vende después, pero compré dos o tres ocasiones más en la misma tienda el mismo producto y sabía igual y así pasó lo mismo con otros vecinos que le compran a ese señor, también ellos me dijeron que el sabor no era el mismo de antes, entonces sospechamos que esa Coca Cola era clonada o falsa”, narró.

Ese refresco podría ser uno de los 10 mil que se elaboraban todos los días de manera ilegal en una bodega clandestina que se encontraba en el municipio mexiquense de Los Reyes La Paz, la cual fue desmantelada después de un cateo realizado por corporaciones de los tres niveles de gobierno.

La diligencia se llevó a cabo el 1 de junio pasado, 10 personas fueron arrestadas entonces y después de ser presentadas ante el agente del Ministerio Público fueron ingresadas al penal Neza Bordo.

Luego, un juez del Poder Judicial del Estado de México las vinculó a proceso por su probable participación en delitos contra la salud, en la modalidad de quien permita la alteración de bebidas no alcohólicas de consumo humano con peligro para la salud y contra la salud por narcomenudeo.

Sergio “N”, de 45 años; Elías Santiago “N”, de 18; Adrián Michell “N”, de 19; Araceli “N”, de 32; Eduardo “N”, de 30; Esmeralda “N”, de 36; Chantal “N”, de 19; Bernardo “N”, de 30; Jhovani Enrique “N”, de 23, y Adriana Guadalupe “N”, de 43 años, son los imputados, a quienes les fue fijada la medida cautelar consistente en una garantía económica y la presentación periódica al Centro Estatal de Medidas Cautelares (Cemeca).

En el operativo participaron agentes de la Fiscalía General de Justicia, así como elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y de la Guardia Nacional (GN) y fue asegurada la fábrica clandestina de refrescos alterados.

El inmueble está ubicado en la calle Barranca del Muerto, en la colonia Jorge Jiménez Cantú, en el municipio de Los Reyes La Paz.

Después de que el juez otorgó la orden de cateo, elementos de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM), Sedena, y de la Guardia Nacional, ingresaron en el inmueble, donde fueron halladas más de 20 mil botellas, de las cuales 4 mil 50 estaban llenas con bebidas de supuesto refresco de cola.

En el lugar había máquinas procesadoras utilizadas para la colocación de corcholatas, una máquina para lavar botellas, una bomba de agua, botellas, tinacos y recipientes con agua, más de 200 cajas y rejillas transportadoras de refrescos, 100 rollos de plástico, siete costales con corcholatas de metal y cinco con tapas de plástico.

Además, fue asegurada una camioneta Ford de 3.5 toneladas, en la que estaban 655 cajas de envases vacíos de refrescos de diversas presentaciones, bolsas y envoltorios con diversos narcóticos, al parecer marihuana, crystal y cocaína en piedra, una arma de fuego, cargadores y cartuchos útiles.

De acuerdo con la Fiscalía Regional de Nezahualcóyotl, para lavar botellas y colocar corcholatas, los trabajadores de la bodega clandestina, ponían música para ocultar el ruido. Foto: Especial
De acuerdo con la Fiscalía Regional de Nezahualcóyotl, para lavar botellas y colocar corcholatas, los trabajadores de la bodega clandestina, ponían música para ocultar el ruido. Foto: Especial

Un lustro en la clandestinidad

Elohim Díaz Jiménez, fiscal regional de Nezahualcóyotl, reveló que según las investigaciones que ha realizado la FGJEM, la banda que operaba la bodega clandestina llevaba más de un lustro en la elaboración de refrescos utilizando de manera ilegal la marca Coca Cola.

“Se tiene conocimiento que ya tenían una antigüedad de cinco años, porque incluso en el Google Maps, si nos metemos en esa dirección al momento de que nos arroja y le damos ahí el seguimiento con la camarita se puede advertir que efectivamente en la puerta de ese domicilio cateado hay un vehículo de la Coca Cola, quizás clonada, pero hay datos suficientes que llevaban cinco años ya trabajando en dicho inmueble”, comentó.

Donde hacían la distribución de los refrescos falsos era en taquerías, restaurantes, así como en tiendas de abarrotes de Nezahualcóyotl, Chimalhuacán, Los Reyes La Paz, Chicoloapan, Ixtapaluca y en la Central de Abasto de la Ciudad de México.

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“El modus operandi de estas personas, para que no fueran detectados al momento de realizar la alteración de la bebida gaseosa, era poner música a alto volumen en dicha fábrica para que los vecinos o los transeúntes no pudieran escuchar el sonido de las botellas o de las poleas al momento de ponerles la corcholata, así como de las bombas de agua que eran utilizadas en el lugar, en tal virtud el 1 de junio se llevó a cabo una diligencia de cateo en el inmueble antes referido donde se pudo asegurar a 10 personas de las cuales cuatro son mujeres y seis varones”, explicó el fiscal regional.

EL UNIVERSAL buscó la postura de la empresa FEMSA, pero declinó emitir comunicado.

Negocio millonario

“A mí sí me vinieron a vender esas cocas, me la ofrecieron 10 pesos más barata que a como la compro; por ejemplo, la de tres litros que la caja trae seis piezas me la vendieron en 20 pesos cada una y normalmente me la venden los del camión en 31 pesos y yo la vendo en 35 pesos, la verdad que es poca la ganancia para tanta inversión, al refresco se le gana poco”, contó el encargado de una tienda de abarrotes de la colonia Benito Juárez de Ciudad Neza, quien pidió el anonimato.

Según el vendedor, compró cinco cajas, por las que pagó 600 pesos, si hubiera comprado el producto original la suma habría sido de 940 pesos. Por cada refresco ganó 15 pesos, por una caja 90 pesos y cuando vendió las cinco cajas su ganancia ascendió a 450 pesos.

También adquirió otras cinco cajas de un litro, cada pieza le salió en 10 pesos con los vendedores que le ofrecieron los precios bajos y que no llevaban los productos en los camiones oficiales de la compañía refresquera.

El precio de ese tamaño es de 21.30 pesos cada uno, pero los adquirió en 10 pesos cada uno y los vendió en 25 pesos, 15 pesos de ganancia por pieza, por lo que obtuvo por las cinco cajas 900 pesos, pues cada caja tiene 12 botellas.

Si los que operaban esa fábrica clandestina donde producían 10 mil refrescos al día los vendían entre 10 a 20 pesos, según el precio que dijo uno de los que se los compraban, habrían conseguido ganancias superiores a los 3.5 millones de pesos al mes, sólo por la comercialización de dos tamaños, lo que en un año sería más de 43 millones de pesos.

Riesgo para la salud

Después de que se efectuó el cateo y la detención de las 10 personas que estarían involucradas en la fabricación y comercialización ilegal de la bebida, se realizaron análisis químicos al producto que elaboraban en la fábrica de la colonia Jorge Jiménez Cantú, que determinaron que no cumplía con los criterios de higiene que establece la normatividad.

“Ya lo concluyó el perito de la empresa Coca Cola, que carecen de higiene e inocuidad, que es una ausencia de elementos dañinos en los alimentos, lo que garantiza un consumo seguro por parte de los humanos, no reúne la inocuidad que solicita la Cofepris, ya que en el lugar existe insalubridad, son utilizados los tinacos que se desconoce el origen del agua que están utilizando, así como las botellas al momento de ser envasadas carecen de una limpieza profunda o de líquidos suficientes para poder matar bacterias.

“Tan es así que al momento de realizar la diligencia de cateo se pudieron obtener muestras de refrescos ya rellenos con el líquido que presentaban alteración, así como lama y hongos dentro de la bebida, y las mismas botellas que fueron recolectadas y que fueron enviadas al laboratorio para su análisis para poder saber qué tipo de contaminación por hongos presentan y que eran consumidos por los ciudadanos”, explicó el fiscal regional.

Abundó que en el interior había mucha agua derramada, las personas no usaban cubrebocas ni bata, lo que va en contra de las reglas de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris).

La fiscalía mexiquense investiga si además de falsificar este refresco lo hacían con otras marcas, pues cuando se realizó el cateo en la fábrica clandestina había envases de otras bebidas comerciales.

Las indagatorias que llevan a cabo las autoridades ministeriales también contemplan otros municipios donde habría inmuebles que se dedicarían a la misma actividad ilegal. Las autoridades exhortan a la ciudadanía a presentar su denuncia si fuera el caso.

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