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Las extorsiones a negocios, restaurantes y otros giros continúa en el primer cuadro de la Ciudad y se agudizó en el corredor comercial Roma-Condesa, donde el pasado fin de semana el bar Caradura, ubicado sobre la avenida Nuevo León, anunció el cierre definitivo del lugar por cuestiones de seguridad; las primeras versiones indican que integrantes de La Unión Tepito les exigían el derecho de piso.
El caso no es aislado. Cifras de la procuraduría capitalina detallan que durante el año pasado ese delito incremento hasta 25% en un comparativo con 2018.
Aunque las autoridades adjudican el aumento a que hay más denuncias por la confianza que ha generado la actual administración, los pequeños grupos o mafias delincuenciales han perfeccionado sus técnicas para enfocarse en los restaurantes y bares del mencionado corredor comercial.
Otra versión
Aunque por otro lado, fuentes del Gobierno capitalino dieron a conocer que el establecimiento denominado Bar Caradura, cerró el 18 de diciembre de 2019 pasado por un adeudo en la renta de administración que ascendía a 2 millones de pesos, por lo que se desocuparon las instalaciones.
Además, la administración tomó la decisión de sellar la entrada del citado bar.
Sin embargo, bajo condición de anonimato por temor a represalias, los encargados de los locales de moda en ese lugar revelaron que ahora llegan delincuentes, y por la fuerza, los obligan a que se permita la venta de drogas al menudeo en los baños de los antros al tiempo que otras víctimas pagan de entre 20 y 30 mil pesos mensuales para evitar que su negocios sean “incendiados” por los delincuentes o que en el último de los casos, amedrenten a sus clientes.
En la zona se sabe también que sólo se permite la venta de drogas a quienes se identifican como de La Unión Tepito; a los independientes o de otra célula criminal los “corren a golpes”. Aseguran que los casos no se denuncian ante la autoridad correspondiente porque simplemente no se le pone freno a la extorsión.