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El apoderado legal del Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro, Carlos Antonio Brito, acudió a la procuraduría capitalina a solicitar resultados de una investigación que se inició el año pasado por un supuesto caso de sabotaje y robo, que se cometió en las intersecciones Tepalcates-Canal de San Juan, Guelatao-Peñón Viejo y Canal de San Juan-Tepalcates, correspondientes a la Línea-A, así como en las estaciones Pantitlán de la Línea-9 y la estación Taxqueña de la Línea-2.
Según la denuncia, en esos puntos se robaron, o posiblemente sabotearon, cables de cobre de diferentes calibres e “instrumentos del tablero de control óptico y equipo de comunicación” que, a decir de la querella, son herramientas básicas para trabajar con normalidad en las estaciones del Metro y, sobre todo, para evitar accidentes.
Según la denuncia de hechos de la carpeta de investigación CI-FAAE/STCMH/UI-1 C/D/00082/01-2019, las estaciones afectadas estuvieron trabajando poco más de un mes sin los instrumen tos ya mencionados, lo que representó un riesgo para los miles de usuarios que a diario utilizan este sistema de transporte, aunque destacó que en ese periodo no se registró un solo incidente, ya que de manera inmediata se improvisó para solucionar el problema.
El mismo apoderado legal detalló que el equipo fue restituido meses después; sin embargo, a la fecha —casi un año después— no hay un solo responsable de los hechos, por lo que pidió celeridad en este caso para que el hecho no quede impune y, de paso, enviar un mensaje a los “saboteadores” para que no se vuelva a repetir.
En este sentido, las autoridades encargadas del Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro no descartan que se trate de un sabotaje, pues el equipo robado no tiene mucho valor en el mercado negro, pues sólo tendrían un lugar donde comercializarlo que sería el mismo Metro.
