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Naucalpan, Méx.—Vecinos de Tepatlaxco piden el cierre total y reparación del daño ecológico y a la infraestructura urbana que ha dejado el relleno sanitario metropolitano Puente de Piedra, que además de contaminar con sus lixiviados el agua de la Presa Madín, incumple la Norma Oficial Mexicana NOM-083, que regula la operación de confinamientos de basura.
El relleno sanitario de Puente de Piedra, recibe 2 mil 200 toneladas de basura al día, de acuerdo con datos de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y opera en tierras ejidales de Santiago Tepatlaxco, cuyos ejidatarios en su mayoría otomíes, presuntamente han sido amenazados y bajo la esperanza de obtener unos pesos, han permitido su operación, sin importar el daño que provoca a mantos acuíferos, a la tierra, aire y agua, acusaron vecinos.
La llegada cada día de cientos de camiones cargados con basura de la Ciudad de México y de municipios como Atizapán de Zaragoza y Naucalpan, rompió parte del drenaje y acabó con el asfalto de la vialidad de Puente Piedra hasta Arenillas, a lo largo de más de un kilómetro, que hoy es terracería y baches.
La NOM-083, señalaron habitantes de Tepatlaxco, establece una distancia mínima de 500 metros a zonas habitadas y la no contaminación a mantos acuíferos; pero junto al relleno sanitario hay casas, manantiales, ríos y ojos de agua afectados, por lo que dudan que existan estudios y dictámenes serios para haber autorizado este confinamiento.
Además, de este centro final de basura emanan olores fétidos y mantiene toneladas de desechos al aire libre, lo que provoca daños a la salud de los residentes; “hemos visto la afectación a la flora y fauna, como víboras, armadillos, liebres y aves muertas” por la afectación del ecosistema, denunciaron los vecinos de la comunidad.
Antes de empezar a operar, los administradores no colocaron una geomembrana que impidiera la filtración de lixiviados, ni un sistema de drenaje que los canalizara, por ello hoy corre un río negro del confinamiento, que llega directo al río San Juan y de ahí a la presa Madín, reiteraron vecinos en un recorrido realizado por EL UNIVERSAL.
El 5 de septiembre Profepa colocó sellos de clausura en el relleno de Puente de Piedra, pero les permitieron seguir operando a 50% de su capacidad.
“Lo que queremos es el cierre definitivo del tiro y la reparación del daño ecológico”, reiteraron habitantes quienes pidieron a las autoridades federales, estatales y municipales de Medio Ambiente revisen cómo es que logró operar este relleno sanitario, en donde también debe intervenir la Secretaría de la Reforma Agraria por ser tierras ejidales y debió haber realizado una asamblea entre los habitantes en la que se autorizara su funcionamiento.
En Tepatlaxco además operan tiros clandestinos de cascajo que también afectan barrancas verdes y tapan ríos, donde todos los días descargan camiones materialistas provenientes de la CDMX, lo que ha contribuido a modificar los paisajes arbolados, así como la flora y la fauna endémica de la zona.
En este ejido también operó el relleno sanitario municipal de Biomerik, clausurado por autoridades por daño ecológico por el escurrimiento de lixiviados, pepena y mantener la basura expuesta por varios días.
“No queremos ser el basurero de la Ciudad de México, ni de otros municipios, porque este tiro afecta el bosque, el agua y el aire, de una zona que debiera ser aprovechada”, reiteraron habitantes de Tepatlaxco.