Científicos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) identificaron dos “sismos lentos”, de magnitud 4, como la causa de los microsismos de 2023 que sacudieron la capital mexicana, y apuntaron que podrían estar vinculados a las labores de extracción de agua, según indicaron este martes a EFE.
Los temblores fueron provocados por dos sismos lentos ocurridos en las fallas Barranca del Muerto y Mixcoac.
Asimismo, los científicos indicaron que tanto los sismos lentos como la actual actividad microsísmica están probablemente ligados a la extracción de agua para abastecer la capital.
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En los últimos dos años, la ciencia ha descubierto que una de las causas de sismos lentos superficiales es el fracking o fracturación hidráulica, por lo que en el caso de la capital, podrían estar relacionados con la extracción de agua para abastecer a la Ciudad, proceso que también propaga fluidos en el subsuelo.
El sismólogo de la UNAM Víctor Manuel Cruz Atienza, parte del equipo que ha realizado el hallazgo, detalló a EFE cómo identificaron los sismos lentos que indujeron los microterremotos.
Los sismos lentos son deslizamientos en fallas geológicas, imperceptibles, que suceden durante días, semanas o incluso meses.
“Cuando ocurre el microsismo de magnitud 3.2 del 11 de mayo, en la falla de Barranca del Muerto, el profesor investigador de la Facultad de Ingeniería de la UNAM, Dario Solano, y su equipo descubren con imágenes satelitales un hundimiento localizado y extendido que nunca se había observado en Ciudad de México, en la colonia San José”, sostuvo.