Chimalhuacán, Méx.—“Ya no más violencia contra las mujeres”, decían los carteles que sostuvieron con sus manos y que exhibieron durante los más de dos kilómetros que caminaron sobre la carretera federal México-Texcoco.
Eran tres niñas, de cinco a siete años, que iban frente al contingente de mujeres que partió de Piedras Negras, en Chimalhuacán, hacia el Conalep, en Los Reyes La Paz.
Las pequeñas se unieron a los gritos que lanzaron las manifestantes de Chimalhuacán, Chicoloapan y Los Reyes La Paz para exigir el cese de la violencia contra ellas. No quieren que les pase lo mismo que a Fátima, la niña de siete años que fue asesinada hace unos días en la alcaldía de Tláhuac.
Se dicen hartas de que las maten, golpeen, asalten en la vía pública, en el transporte público, las acosen en el trabajo, en el Metro.
Por eso salió ayer a las calles un grupo de 200 mujeres que viven en comunidades marginadas del oriente del Estado de México, porque sienten que por ser pobres no hay justicia para ellas.
Como Verónica, una chica de 21 años, que el año pasado fue apuñalada por su pareja en Chimalhuacán, porque ya no quería vivir con él por sus celos enfermizos, no le permitía salir a la calle.
“El 23 de octubre mi expareja me jaloneó afuera de mi casa y me enterró un cuchillo, después de hacerlo me dejó tirada y se fue. Llegó una patrulla y me llevaron al hospital, ahí me cortaron un intestino que me dañó y me dijeron que si no me operaban me moriría”, contó.
El Ministerio Público resolvió que no podían detener al agresor porque no tenían orden de aprehensión. Su expareja continúa acechándola y Verónica tiene miedo de que le haga más daño, porque quiere que regrese a vivir con él.
Las tres niñas que participaron en la caminata hicieron a su manera el performance Un violador en tu camino. Mientras las pequeñas y otras mujeres cantaban y representaban esa canción, los conductores de vehículos de carga, transporte público y particulares sonaban su claxon para que se quitaran de la carretera, porque la marcha provocó un caos vehicular en esa zona del oriente del Valle de México.
A ellas no les importó, pues policías estatales y municipales las resguardaron en todo su trayecto.
Exigieron que en Chicoloapan y Los Reyes La Paz se declare la Alerta de Violencia de Género y que en Chimalhuacán, donde está vigente desde 2015, aumenten los recursos para que apliquen acciones con perspectiva de género.
Además, reclamaron al presidente Andrés Manuel López Obrador que se preocupe más por la rifa del avión presidencial que por la violencia en contra de las mujeres que se vive en el país.
Este año, los 185 millones de pesos asignados para las dos alertas de género declaradas en el Estado de México deberán aplicarse en la búsqueda de desaparecidos, la aplicación del modelo de recuperación de espacios públicos con perspectiva de género y medidas de asistencia a las víctimas, entre otras, según las reglas publicadas el sábado pasado por la Secretaría de Justicia y Derechos Humanos.
El documento publicado en la Gaceta de Gobierno detalla que a la alerta por feminicidios le corresponden 100 millones de pesos, que serán ejercidos por municipios y dependencias; a la declaratoria por desapariciones, 85 millones, aunque de este monto los municipios erogarán 15 millones y las dependencias involucradas 70 millones.
El informe agrega que los ayuntamientos con alerta también deberán destinar recursos para el equipamiento de unidades, atención a las alertas, capacitación y certificaciones de atención inmediata y de primer contacto a víctimas de violencia, entre otros.
Según el documento, la designación del techo presupuestal de cada municipio se realizará según la cantidad de población de mujeres, del índice delictivo.