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La nueva propuesta de recompensas que ofrece el Gobierno de la Ciudad de México para que la sociedad colabore y proporcione datos importantes que deriven en la detención de aquellos señalados e identificados como “generadores de violencia”, fue bien vista por especialistas en cuestión de seguridad, al explicar que en estos tiempos la participación ciudadana es vital para agilizar el acceso a la justicia.
“En estos tiempos de redes sociales, donde todo se graba o ya sabemos que siempre hay una foto o video de algún responsable de un delito, es importante motivar e incentivar a la ciudadanía, ya nadie es pasivo ni deja que un crimen de alto impacto quede impune y si a eso le sumamos que todo denunciante puede recibir una remuneración económica, será justo para todos”, dijo Camilo Pineda, sociólogo por la UNAM.
Martha España, abogada penalista, advirtió que si bien, la iniciativa es buena, la autoridad debe agilizar la entrega de las recompensas y no poner “trabas” al momento de los trámites, pues eso, a la larga, puede ser contraproducente.
“Es un poco o mucho el sistema americano. El tema aquí, como en muchas áreas, es la burocracia, es decir, si un vecino denuncia a un narcotraficante o un asesino, por ejemplo, debe tener la seguridad que la recompensa la va a recibir de inmediato y que esa remuneración la puede usar para cambiar de residencia; de lo contrario, a él como denunciante le puede salir peor”, detalló.
Explicó que una vez que la autoridad haya comprobado la veracidad del informante y que, incluso, se pueda realizar la detención, el pago de la recompensa ofrecida debe ser inmediata, “de nada sirve que si un vecino denuncia a un asesino y la autoridad se tarda en hacer la detención y este, sus familiares o amigos se enteran de quién lo denunció, no tendrían ningún sentido”, puntualizó.
Mariana González, especialista en redes sociales, destacó la importancia de los celulares y las diferentes aplicaciones que se utilizan actualmente como plataformas de denuncia; en algunos casos ni siquiera será necesaria la recompensa, pues el descontento social es vasto, “el incentivo es muy bueno, está bien, pero si tomamos en cuenta los hechos más recientes, nos queda en evidencia que la sociedad está más ávida de justicia que de recompensas, por eso los casos mediáticos o virales se resuelven en cuestión de horas”.
