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Texcoco, Méx.- Especialistas de la Universidad Autónoma Chapingo (UACh) buscan desarrollar variedades híbridas locales y regionales de cempasúchil para evitar la desaparición del germoplasma nacional, por la producción de flor a partir de semillas mejoradas genéticamente de China, India y Perú , que se han convertido en potencias en la generación de pigmentos que se obtienen de esa especie y que tienen una alta demanda mundial.
"Gran parte de las plantas de maceta son de semilla obtenida en el extranjero, producto del mejoramiento extranjero, pero si lo vemos por el lado de los pigmentos se está importando, o sea es una pérdida completa y el riesgo de todo esto es el desestimulo a la producción y cultivo del cempasúchil tradicional, y que el punto medio será el desarrollar variedades industriales y ornamentales desdel el germoplasma nativo”, comentó Miguel Ángel Serrato Cruz, investigador del Departamento de Fitotecnia.
La flor de Cempasúchil tiene una alta concentración de carotenoides que sirven para dar el color amarillo a algunos productos, como el huevo, pues se utilizan de aditivo en la elaboración del alimento para las gallinas y facilita la fecundidad aviar, además de que tiene otros usos industriales y agrícolas.
La institución agrícola más importante de América Latina ha trabajado en la selección de líneas progenitoras de híbridos valiosos de alta competitividad internacional que permitan la autosuficiencia en el abasto de pigmentos de cempasúchil.
“Afortunadamente nuestro país cuenta con una variedad de germoplama, tenemos dos mil, dos mil materiales del país y a partir de ahí desarrollar nuestras variedades mexicanas, la clave de esto es conocer el mecanismo de cómo regular el tipo de cabezuela”, explicó.
Al obtener mejores variedades de esta flor se puede reducir la importación de maíz amarillo, además de tener suficiente abasto de semilla para uso ornamental.
“Con la presencia de variedades chinas en México sí definitivamente estaríamos en un riesgo de contaminación o extinción de nuestros materiales, no obstante que se llegara a conservar la tradición de celebrar a los muertos, pero con germoplasma chino”, advirtió.
A partir de la obtención de variedades híbridas de cempasúchil existe la posibilidad de incorporar a productores locales y regionales a la industria de pigmentos, además de generar opciones para el consumo humano de antioxidantes baratos, como hortalizas de flor.
En el territorio nacional los cultivos de ese tipo de flor se aprovechan para la agroindustria y para la celebración del Día de Muertos, principalmente.
Para el ciclo agrícola 2022 se estima una producción nacional de 27 millones de plantas de flor de cempasúchil, que representan 20 mil 245 toneladas.
La producción nacional de esta flor se concentra principalmente en Puebla, Tlaxcala, Hidalgo, San Luis Potosí, Guerrero, Oaxaca, Morelos, Durango, Sonora, Estado de México y la capital del país.
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