Juanito —como pidió ser identificado— un año después de que se subiera a una motoneta y empezara a trabajar como repartidor en todas las aplicaciones móviles, se dio cuenta de que no tiene idea de lo que es conducir, desconoce las reglas básicas de tránsito vehicular y todo lo ha hecho mal.
Se armó de valor, respiró profundo y se animó a hacer los “8” y los llamados slalom que ahora exige la Secretaría de Movilidad (Semovi) de la Ciudad de México para otorgar una licencia exclusiva para estos vehículos.
En la Ciudad, Semovi estima que existen poco más de 500 mil motocicletas, de las cuales probablemente 40% no tengan registro alguno ante la autoridad, es decir, se desconoce quiénes las manejan y para qué.
De ese universo no se sabe cuántas personas las utilizan para uso diario, trabajo e incluso para delinquir.
El aumento se registró en un año; por ejemplo, en todo 2019 se contabilizaron 59 víctimas, mientras que en 2020, éstas superaron las 100.
Sin embargo, la autoridad reconoce que en toda la Ciudad de México hace falta la infraestructura necesaria para garantizar que una motocicleta no caiga en un bache o sufra una falla mecánica como consecuencia de las malas condiciones de las calles por las que necesariamente deben circular, por lo que también el objetivo de la licencia es concientizar a los moteros sobre la importancia de cuidar sus propias vidas.
“De lo que también nos dimos cuenta es que la mayoría de los accidentes, poco más de 50%, son derrapes, son accidentes catalogados así. Esto significa que no hubo otro vehículo o terceras personas involucradas, esto qué nos dice, que tenemos que trabajar en temas de infraestructura, en temas de que los conductores tengan esta pericia indispensable para saber qué hacer y cómo reaccionar en este tipo de accidentes”, explicó a EL UNIVERSAL Valentina Delgado, directora de seguridad vial de la Secretaría de Movilidad.
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El examen consiste en tres pruebas: teóricas, prácticas y mecánicas. Antes de realizarlas, se dialoga brevemente con los asistentes y se les hace saber de la importancia de siempre portar todo el equipo de seguridad, desde guantes, casco y botas, cómo manejar a la defensiva y de paso, invitarlos a que no circulen a exceso de velocidad, la principal causa de los accidentes fatales en ese tipo de vehículos.
El día del examen llegaron varios integrantes de motoclubes quienes no tuvieron problema con los ejercicios; sin embargo, otros que a diario conducen motocicletas y se les ve esquivando y filtrando vehículos, como Juanito, sintieron nervios.
“Nunca he tenido licencia, de hecho, este es mi primer vehículo porque antes repartía en bici. A ver cómo nos va”, dijo Juanito mientras se persigna para luego someterse la prueba.