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En punto de las 11 de la mañana del 19 de septiembre comenzó a sonar la alerta sísmica, por lo que se activaron los protocolos de seguridad y el desalojo de Palacio Nacional, Virreinal y los centros joyeros, estructuras colindantes a la plancha del Zócalo.
La sirena de los bomberos hizo que los transeúntes voltearan hacia el primer escenario que representaba la caída de un edificio de tres pisos y un automóvil envuelto en llamas, donde los vulcanos comenzaron a sofocar el fuego y a retirar los escombros.
Bajo la hipótesis de un sismo con magnitud de 7.5 grados, con epicentro en Acapulco, Guerrero, cientos de edificios fueron evacuados en la capital del país como parte del Simulacro Nacional 2024.
En el Zócalo se instaló un segundo escenario. Perros de búsqueda y rescate de las secretarías de Marina y de la Defensa comenzaron a rastrear aromas de personas atrapadas entre los escombros, mientras que la zona era acordonada por elementos de la policía capitalina.
Con un ladrido se identificaba un punto para iniciar el rescate. Ahí los brigadistas señalaban los puntos de colapso y estructuras dañadas, un maniquí debajo de una losa simulaba una persona atrapada que fue rescatada y trasladada a las carpas de los centros médicos para su atención hospitalaria.
Al mismo tiempo, unidades del Heroico Cuerpo de Bomberos y grúas arribaron por la lateral de Paseo de la Reforma para atender un supuesto conato de incendio en el cuarto de máquinas, en el piso 27 de la Torre Reforma.
Paralelamente, binomios caninos de rescate de la Secretaría de Marina ingresaron al sótano del edificio, por el estacionamiento ubicado en la calle Río Alba, donde realizaron labores de búsqueda de una posible víctima que habría quedado atrapada tras el hipotético desplome de una parte de la Torre Reforma.
“El binomio canino fue al sótano porque hablaron que había una víctima, entonces entró para comprobar, por lo que realizó un marcaje [ladrido] y posteriormente entraron los rescatistas”, aseguró un elemento de la Marina, quien trabaja con Gin, un pastor belga.
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Momentos después, elementos de la Semar y del Heroico Cuerpo de Bomberos simularon el rescate de un hombre que quedó atrapado en el piso 23 de la Torre Reforma, imposibilitado para utilizar las escaleras, “ya colapsadas”, y los elevadores del lugar.
Una bombera bajó a un hombre desde el piso 23, en un tiempo aproximado de cuatro minutos, para luego entregarlo al personal del Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas (ERUM), quien se hizo cargo de brindar las atenciones médicas necesarias.
Luego de atender la emergencia, los diferentes equipos de rescate volvieron a formar filas y a cambio recibieron el aplauso emotivo de quienes transitaban por el Zócalo y Reforma al momento del simulacro de sismo.