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Por más que la joven de chaleco verde y megáfono, pedía, rogaba a condóminos, empleados y clientes de las dos torres de Reforma 222 , tomar con seriedad el simulacro de sismo , pocos le hacían caso.
De allí que el simulacro de evacuación en sismos real, estimado en cinco minutos, se prolongó a 10 o 15, pues algunos condóminos, se negaban abandonar sus viviendas.
Y mientras un "Cóndor" de la Policía sobrevolaba a baja altura la zona, hizo que los habitantes de ese simbólico inmueble agilizarán su evacuación.
Aunque para ser sinceros, la voz tenebrosa del anterior sistema de alerta, que provocaba miedo a los capitalinos, hoy, con la nueva voz, provocaba risa. Lo mismo que el simulacro.
A las 11:30 en punto, ya no sonó la conocida y temida alarma, sino unos tímidos silbatos, parecidos al de los guardianes nocturnos de las calles, seguidos de una voz que más bien simulaba a un vendedor callejero.
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Es más, para Alberto y Meche, empleados del restaurante de comida Asiática "PF. CHANG'S", comentaron entre risas, "con esa voz, le ponemos más atención a la que compra colchones, refrigeradores y fierro viejo".
En vano resultó que la policía cerrará la lateral de Paseo de la Reforma y Havre, punto de reunión para la evacuación, si realmente fue poca la gente que participó en el simulacro de sismo.
Todo esto coincidió conque la Ciudad de México amaneció con semåforo amarillo, que, a decir de Ricardo Castro, empleado de seguridad de Reforma 222, el aforo sigue siendo el mismo.
"Claro, solo que ahora regresamos a las medidas de seguridad que establece este semáforo epidemiológico. Pero el número de habitantes, empleados y visitantes, sigue siendo el mismo", señaló.
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