La Paz, Edomex.— El domingo pasado, dos sujetos abandonaron un tambo rojo a la orilla de la carretera México-Texcoco, los vecinos creyeron que era basura, pero ayer un mecánico lo movió porque le estorbaba y comenzó a “brotar” sangre del contenedor.

Así fue como los vecinos que viven a la altura del kilómetro 24.5, en la colonia Jorge Jiménez Cantú, sospecharon que el recipiente industrial contenía algo más que cemento y llamaron a la policía.

Para descartar que se tratara de los restos de un animal o de una broma, los policías pidieron apoyo de bomberos, quienes con herramienta lograron romper el fraguado y descubrir los restos humanos rodeados de trapos con sangre.

“Los vinieron a dejar desde el domingo, los de los negocios de allá todavía les dijeron a los chavos que no les dejaran basura, pero respondieron que estaba muy pesado y que iban por un carro para llevárselo, pero ¿tú crees que iban a regresar?”, narró un residente.

Fue hasta ayer que el propietario de una vulcanizadora movió el tambo metálico porque le estorbaba en la entrada a su negocio, el movimiento provocó fetidez y la salida de sangre.

Cuando los bomberos confirmaron que se trataba de un hombre, los agentes acordonaron el área, aunque ya habían pasado varias horas de que fue abandonado. Integrantes de la Guardia Nacional se sumaron a la custodia.

De forma extraoficial, se informó que el cuerpo correspondería a un integrante de la comunidad LGBTTTI que era franelero en la zona de bancos de Los Reyes Acaquilpan, quien al parecer tenía su residencia cerca del lugar del hallazgo.

“Al parecer es el mismo ‘viene viene’ que estaba desaparecido, en su habitación había manchas de sangre”, detalló un informante. Luego que los peritos embalaron el tambo, fueron necesarios cinco hombres para subirlo a la ambulancia forense.

Los restos fueron trasladados hacia la Fiscalía Regional de la zona oriente del Estado de México, donde iniciaron las diligencias.

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