“Estamos en México, donde cada quien hace lo que quiere”, dice un vecino de la colonia Del Valle Norte, a unos metros de donde el domingo un autobús de dos pisos que se dirigía a Puebla se quedó atorado en un bajopuente de Viaducto e Insurgentes, en el que hay un señalamiento que indica la altura máxima permitida para pasarlo: 3.50 metros.
El chofer —de quien ya se sabe su identidad, pero sigue prófugo— omitió ese letrero, y no sólo ese, pues durante todo Viaducto, desde el cruce que se toma en la incorporación del Estado de México hay letreros que detallan dos cosas: que sobre esa arteria no deben circular camiones pesados y motos de bajo cilindraje, pero aun así hay quienes omiten las normas.
“Tiro por viaje vemos que se accidentan motocicletas de los repartidores, motos que no deben de entrar en Viaducto, luego los camiones de refresco, de agua o de cualquiera de esos grandes que llegan a repartir no se atoran, pero pasan despacio y eso hace que el tráfico se congestione; además, los carriles de Viaducto son muy pequeños, no están hechos para ese tipo de camiones”, dijo el mismo vecino, quien pidió mayor vigilancia y presencia de policías en toda esa arteria.
Según el actual reglamento de tránsito, las arterias con acceso restringido para vehículos pesados, de carga y de pasajeros son el Circuito Interior, Periférico y Viaducto.