A unos días de asumir la administración total de la alcaldía Tlalpan, a Alfa González, quien ganó la demarcación a Morena en las pasadas elecciones de junio, todavía no le salen las cuentas y le preocupa que su antecesora le deje “trabas” que le quiten tiempo y no le permitan trabajar con los tlalpenses y abatir los problemas de inseguridad, agua, movilidad e infraestructura que padece la zona alta de aquel sector desde hace años.
“Estamos en eso, revisando todo, hay algunas cuentas que no salen, en otros puntos resulta que se gastaron millones en unos meses, y en otras áreas extrañamente se acaban de otorgar licitaciones de última hora y con las que nos va a tocar lidiar”, detalla la alcaldesa electa en sus oficinas alternas ubicadas en el centro de Tlalpan, a unos metros de donde en una semana empezará a despachar.
“Que estén intentando, no sé, si dejar amarrados contratos con empresas amigas, por ejemplo. Eso me puede preocupar. No es tan fácil que digan: ‘Abrimos una licitación y vengan’, y a ver quién concursa. Es un tema preocupante. No habrá una cacería de brujas, pero sí vamos a fincar responsabilidades y que caiga quien caiga”, advierte quien fue la candidata de la Alianza PAN-PRD-PRI y ganó con amplio margen durante las pasadas elecciones.
Uno de los temas prioritarios y urgentes por atender en Tlalpan, a decir de la alcaldesa electa, es la seguridad. En las zonas altas, e incluso, en los alrededores de la zona centro, se descuidaron las calles y no hay luminarias; el patrullaje es escaso y eso ha incrementado los índices delictivos; de igual manera no tiene empacho en aceptar que es urgente la presencia de la Guardia Nacional en los alrededores del cerro del Ajusco y en los pueblos que hacen frontera con Morelos, pues “hay lugares donde se ocupa esa presencia al igual que mucha coordinación, eso es innegable”, sentencia.
Para eso revela, solicitó a la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, un presupuesto extra: un total de 80 millones de pesos que serán destinados a seguridad, infraestructura y a tratar de hacer llegar el agua a las zonas altas, pero de momento se lo han negado y augura que no le otorgarán los recursos, “más allá de sólo estar criticando o golpeando al gobierno central por ser alcaldías de oposición, hemos reiterado que no es esa nuestra intención, sino que nos vaya bien. Si nos va bien a nosotros, le va a ir bien a la Ciudad”.
El cambio de administración en Tlalpan centra sus prioridades en tres ejes: seguridad, la distribución correcta del agua en puntos donde a la fecha es inaccesible para los tlalpenses, y la tercera, los servicios urbanos y “bachear” más de 8 mil kilómetros cuadrados en lugares y zonas, donde dice la alcaldesa electa, “no se entiende por qué nunca se hizo nada”, todo esto durante los primeros seis meses de gobierno, luego de que asuma totalmente la alcaldía.
Para Alfa González la carrera apenas comienza, pues si bien durante los siete meses pasados estuvo en campaña, caminando y recorriendo las calles de la demarcación y publicitando sus promesas para ser electa, ahora el trabajo se intensificará y no habrá descanso durante los tres años venideros, pero asegura no estar cansada y, mejor aún, se compromete a desempeñar una administración limpia, sin desfalcos y transparente.
“Tenemos fuerza y pasión. Ahora tenemos fuerza, pasión y emoción. Sí estoy cansada, sobre todo en las últimas semanas que han sido de transición, y de definiciones también de quienes integrarán el equipo. He estado dedicándole muchas horas a ese tema, para analizar cada uno de los perfiles que van a estar en cada espacio, la idoneidad de cada uno de ellos y ellas; de buscar que sean personas con experiencia en la administración pública. Estamos tratando de hacer una combinación y eso trae un poco de cansancio, sobre todo mental, pero nada que no resuelvan unas horas de sueño”, puntualiza la entrevistada.
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