Vidrio soplado y pintado. Las esferas navideñas de la familia Camargo Aguilar se producen en la alcaldía Tláhuac desde hace más de 20 años. Josefina Aguilar, iniciadora de este proyecto, cuenta que la forma artesanal de hacer estos adornos navideños se mantiene viva en su familia a pesar de los retos de la tecnología y el paso del tiempo.
Vistiendo el mismo delantal con el que inició su negocio en el año 2000, Josefina dice que "después del 20 de noviembre a todo el mundo le apremia comprar sus esferas".
Mientras pinta un lote de productos comenta que al día producen alrededor de 500 esferas y para el final del año la cifra asciende a cerca de medio millón.
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Todos los miembros de la familia son de Tláhuac y el resto de las trabajadoras son de otras alcaldías de la Ciudad, por lo que Josefina se refiere a sus productos como “esferas completamente chilangas”.
Dentro de la fábrica realizan piezas tan pequeñas como una canica y tan grandes como un melón, todas con el mayor cuidado y atención al detalle. También elaboran otros productos usando el vidrio soplado.
Josefina aprendió esta técnica por su padre y relata que antes se dedicaba a la farmacéutica.
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“Quise crear algo y tener algo propio”, cuenta, y así decidió emprender junto a su marido.
Respecto a los productos chinos que han acaparado el mercado, Josefina se mantiene optimista. “Ni la esfera china de plástico nos quitó el gusto de hacer vidrio soplado”.
La señora Aguilar recuerda que cuando se introdujo la esfera de plástico “muchos esfereros quebraron. Yo dije ‘vamos a hacer algo distinto a China, hagamos nuestros propios diseños’”.
