Jilotzingo, Méx.—A una semana del desgajamiento del cerro La Peña en la comunidad de San Luis Ayucan, siguen buscando el cuerpo de una persona del sexo masculino, identificado como Silvino, de 51 años de edad, al tiempo de que las autoridades han recomendado a la población el desalojo de la zona para evitar algún otro tipo de accidente que, ya que al momento se registra una cifra oficial diez personas fallecidas y 211 resguardadas en albergues porque tuvieron que desalojar sus casas.
Lo último que supieron del hombre de 51 años de edad, fue que se encontraba en un pequeño cuarto de 4x4 metros, cuando ocurrió la tragedia. Algunos vecinos creen que pudo haber terminado arrastrado en la parte baja, también llamada “primera zona cero” del deslave, donde continúan los esfuerzos por localizar su cuerpo utilizando una máquina retroexcavadora de la Secretaría de Marina (Semar), removiendo los escombros, lodo, ramas y piedras de gran tamaño.
A don Silvino lo recuerdan los pobladores del barrio Dongú como un hombre trabajador y alegre; Sergio González, quien afirma que no se saldrá de su hogar a pesar de las advertencias —pues lleva 28 años viviendo ahí— señaló que lo veía regresar a su casa por las tardes, además de que era un hombre asiduo a acudir a la iglesia del pueblo.
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“Mi familia se fue allá abajo pero yo aquí sigo. Es todo un patrimonio que se fue haciendo poco a poco, que sea lo que Dios quiera. Estábamos en la azotea mi esposa y yo cuando vimos bajar todo, lo vimos en el momento como se venía todo y tres carros terminaron incrustados en la pared de atrás. Fue algo impresionante, la verdad”, narró.
La alcaldesa Ana Teresa Casas González, explicó que faltan alrededor de 20 días para terminar de limpiar en la “primera zona cero”, y en la parte alta, estiman que serán meses de trabajo para remover el escombro y las piedras gigantes que bajaron del cerro y posteriormente, se determine como una área de alto riesgo para que la gente ya no regrese a vivir ahí, además de que fueron construcciones irregulares.
Se diseña una estrategia que depende de estudios geológicos y catastrales a cargo de expertos de la Universidad Nacional Autónoma de México y de Protección Civil del gobierno del Estado de México, toda vez que detectaron que brota agua donde antes no salía.
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“Nosotros como administración no hemos autorizado ninguna construcción en esta zona. Sin embargo, hay vecinos que por la lejanía aprovechan que hay lugares que no se ven por el bosque y han estado construyendo. Por eso estamos realizando rondines con desarrollo urbano y se les dice que están en zona irregular y que tomen medidas”, dijo Ana Teresa Casas.