Metrópoli

En Iztapalapa, afirman, “están acostumbrados a cuidar el agua”

Rocío, madre soltera de dos adolescentes, afirma que ocupará el agua para lo más indispensable: cambiar el agua del baño, hacer la comida y lavar los trastos

Michelle Díaz, de la Unidad Habitacional La Purísima, llenó un bote de agua, el cual, dijo, “durará dos días”. Para ahorrar prevé usar platos desechables (ARIEL OJEDA. EL UNIVERSAL)
31/10/2018 |01:07Sandra Hernández |
Redacción El Universal
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Habitantes de la alcaldía Iztapalapa iniciaron con el almacenamiento de agua para enfrentar la suspensión del servicio que inicia el día de hoy.

Rocío Anacleto es madre soltera de dos adolescentes. Ella y su familia viven en la colonia Vicente Guerrero; en su patio ya cuenta con un tinaco y un bote llenos de agua, los cuales, prevé, alcancen para unos cinco días.

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“Creo que este corte va a ser muy fuerte, porque en otros recortes sale normal el agua de la manguera, no nos pega tanto, pero esta vez, mira [señala el chorro de agua], normalmente cae lo doble, lo triple de esto. Apenas esta mañana empezó a salir así”, externó la madre de familia.

La mujer afirma que ocupará el agua para lo más indispensable: cambiar el agua del baño, hacer la comida y lavar los trastos.

“Falta de agua, cosa de todos los días”. En una situación similar se encuentra Michelle Díaz Roldán, quien vive en la Unidad Habitacional La Purísima.

Ella llenó un bote de agua, el cual, dijo, “durará dos días”. Para ahorrar el recurso prevé ocupar platos desechables durante las comidas.

Para la joven el megarecorte de esta semana no hace la diferencia en su vida diaria, pues desde hace 10 años ha sufrido por la falta del servicio.

“Igual puede ser más fuerte el corte, pero al final siempre terminamos pidiendo pipa de agua, nos cobran unos 70 pesos, como quien dice para el ‘chesco’ del pipero, todos nos cooperamos y se llena la cisterna. Pero bueno, en esta ocasión yo he ahorrado para mi consumo”, afirmó.

María Argüello López es una mujer que vive en la misma unidad habitacional, en un edificio contiguo al de Michelle.

Ayer al mediodía recibió una pipa de 10 mil litros de agua proveniente de la garza La Purísima, la cual almacenó en una cisterna.

Dice que esta cantidad durará apenas unos dos días para las ocho familias que habitan en este mismo inmueble.

“Normalmente llega el agua por la tarde-noche y casi siempre tenemos que hacer uso de pipa cada ocho días.

“Aunque sea poco, pero cae agua. ¿Qué va a pasar si ya ni ese chorro nos cae? Por lógica nos va a afectar a todos”, refirió la vecina.

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