Luego que se diera a conocer la primera muerte de un funcionario de la fiscalía local (FGJ) y de los supuestos contagios de al menos cuatro empleados —entre personal administrativo y ministerios públicos— por el Covid-19, los empleados de la dependencia investigadora trabajan bajo el temor de contraer el virus sobre todo porque, aseguran, no se han tomado las medidas de seguridad necesarias.
Bajo condición de anonimato por el temor a represalias, quienes aún despachan en las coordinaciones territoriales de las fiscalías de Gustavo A. Madero, Cuauhtémoc, Venustiano Carranza, Tlalpan en incluso en el mismo búnker de la dependencia, revelan que sus vidas “están en riesgo”, pues a los imputados que son remitidos ni a los ciudadanos que llegan a interponer una denuncia se les realizan revisiones.
Los inconformes recordaron incluso, que a mediados del mes pasado, en la Cuauhtémoc-2, llegó un detenido quien refirió que era portador de Covid-19; estuvo 24 horas en el lugar para luego ser llevado a su domicilio con vigilancia especial.