Toluca, Méx.— En el Estado de México cerca de 72% de las Plantas de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) bajo la jurisdicción de los municipios no funciona, principalmente por los costos de operación que implican y la falta de mantenimiento.
El Censo Nacional de Gobiernos Municipales y Demarcaciones Territoriales de la Ciudad de México, en 2023 muestra que el Estado de México reportó 198 plantas municipales, de las cuales sólo 56 se encontraban en operación, representando 28.2%, mientras que las 142 restantes estaban fuera de operación debido a su antigüedad, presentaban fallas mecánicas y, en algunos casos, su tecnología era obsoleta y la capacidad limitada, lo que representa altos costos operativos.
El Censo refirió que más de 90% de las plantas de tratamiento de la entidad que no operaron tuvo que ver con los costos de operación, problemas con la entrega-recepción, en la mayoría de los casos no se recibió agua para tratar, fin de su vida útil, robo de maquinaria o equipo, se encontraban en obra por mejora o en ampliación y en falta de mantenimiento.
El tratamiento de aguas residuales es un proceso mediante el cual se eliminan o reducen los contaminantes presentes en aguas residuales para que el agua tratada pueda ser devuelta al medio ambiente de manera segura o reutilizada para diversos fines, cumpliendo con Normas Oficiales Mexicanas establecidas.
En este sentido, uno de los beneficios primordiales del agua tratada es generar ahorro de agua potable, al ser utilizada en el riego de áreas verdes.
De acuerdo con los Programas Regionales del Estado de México 2023-2029 y con datos de los años 2022 y 2023, la Zona I Oriente cuenta con 32 plantas, de las cuales funciona 25%, siendo Chicoloapan el municipio con mayor número de plantas con nueve, pero todas fuera de operación.
La Zona II Nororiente registró 45 plantas distribuidas en 14 de los 23 municipios que la integran, de las cuales 91% no funcionaba.
La Zona III Centro cuenta con 23, de ellas, 12 fuera de operación, siendo los municipios con mayores registros Naucalpan, Atizapán de Zaragoza y Cuautitlán Izcalli.
La Zona IV Norte cuenta con más de 30 y alrededor de 40% no está en operación.
En la Zona V Valle de Toluca se reporta la existencia de más de 40 plantas de tratamiento, pero más de 80% no opera, Toluca registra 10, de las cuales sólo funcionan dos y Zinacantepec cuenta con nueve, todas están fuera de operación.
“En general, la Zona V Valle de Toluca del Estado de México no cuenta con los suficientes mecanismos para el tratamiento de aguas residuales, lo que en un mediano plazo afectará a la calidad de agua potable y, en lo inmediato, su disponibilidad”, advierte el Programa Regional.
Por lo que hace a la Zona VI Sur, es la que menos plantas tiene, apenas cinco, de las cuales cuatro están fuera de operación y, finalmente, la Zona VII Sureste cuenta con alrededor de 25, y la mayoría opera, siendo Malinalco y Almoloya de Alquisiras las que operan más.
De continuar sin funcionar las plantas de tratamiento, las consecuencias en el futuro serían severas, pues se agudizaría la crisis de agua, habrá un empobrecimiento de las condiciones ambientales y una afectación a la salud general de la ciudadanía, enfatizó Luis Eduardo Mejía Pedrero, consultor en Gestión del Agua e investigador de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx)
“A nivel nacional se tiene la estadística que entre 90% y 95% no operan y son vitales, primero, para el cumplimiento de la normatividad, si estas plantas de tratamiento funcionaran, tendríamos nuestros arroyos o cuerpos superficiales con una mejor calidad, y me atrevo a decir que el propio río Lerma estaría teniendo ciertas condiciones de vida y evidentemente esto mejoraría los ecosistemas”, señaló.
El especialista en temas de agua precisó que si este tipo de plantas mejoraran su operación incorporando tecnología adicional, se podría generar, incluso, agua residual tratada para el suministro de agua potable a la población, proceso que ya se registra en alrededor de 280 ciudades del mundo, principalmente en Corea del Sur.