Aunque todavía existe rezago en cobertura de salud en la Ciudad de México, en los últimos años se ha logrado avanzar en la ampliación de los servicios hospitalarios y ambulatorios, así como en el equipamiento y abasto de medicamentos, consideró Oliva López Arellano, secretaria de Salud capitalina.

A seis meses desde que se anunció la implementación del IMSS-Bienestar en la capital del país —transición que se prevé concluya en marzo de 2024—, la funcionaria adelantó que este año se credencializará a los derechohabientes de este servicio, algo que, confió, permitirá que se reconozca el aumento en la cobertura de la atención que ya se ofrece de forma gratuita.

En entrevista con EL UNIVERSAL, López Arellano destacó que en el año que acaba de terminar, tres hospitales recibieron nuevos tomógrafos, además de que se recibieron más de 521 millones de pesos a través del IMSS-Bienestar, lo que permitió hacer mantenimiento mayor a 160 centros de salud.

“Es un avance sustancial porque pudimos ampliar el número de camas hospitalarias, el equipamiento —la pandemia nos obligó, ya lo teníamos previsto desde 2019, pero aceleró la compra de ventiladores y monitores, que esto también fortaleció la capacidad de respuesta hospitalaria— y se mejoraron las instalaciones. En el caso del primer nivel de atención, que son los centros de salud ambulatorios, ahí lo que tenemos es una ampliación sustancial de la disponibilidad de servicios, sobre todo porque se ampliaron turnos y ya abren fines de semana 229 centros de salud”, precisó.

Cuestionada acerca de la forma en la que se puede medir si realmente la ciudadanía tiene mayor acceso a los servicios de salud en la capital del país, López Arellano enfatizó que “no es suficiente, todavía hay rezago, todavía nos falta ampliar aún más la oferta de servicios y también reducir algo que es nuestro propósito desde que llegamos, reducir las inequidades en salud”.

Sin embargo, consideró que “se ha avanzado”, por lo que se dijo “optimista” de que esto sea más evidente para la población este 2024, con la credencialización del IMSS-Bienestar.

“A las personas, cuando les preguntan si tienen algún tipo de afiliación, dicen que no. Creo que eso se va a corregir porque el IMSS-Bienestar va a credencializar a su población atendida; serán derechohabientes y esto las personas lo van a reconocer rápidamente. Son servicios que ya prestamos, se está mejorando su equipamiento, su mantenimiento, la infraestructura y abasto, pero ya existen; y cuando las personas ya tengan un sentido de pertenencia, que van a tener una credencial del IMSS-Bienestar, cuando se les pregunte que ‘si usted tiene algún tipo de afiliación a un servicio’, las personas dirán que sí.

“Entonces, yo estoy muy optimista, el próximo año, cuando el Coneval haga esta medición, si es que no modifica sus criterios, va a reconocerse que se incrementó la cobertura”, señaló.

La apuesta, refirió, es que para marzo próximo el traspaso de los servicios de salud al IMSS-Bienestar esté “totalmente encarrerado”, toda vez que actualmente ya se tiene casi concluida la entrega de los hospitales y centros de salud.

Explicó que con la transición al programa federal, lo que actualmente se conoce como jurisdicciones sanitarias pasarán a ser “distritos sanitarios”, cuya delimitación se mantendrá como está ahora, es decir una por alcaldía, pero tendrán “mayores atribuciones y mayores tareas en el territorio y de atención colectiva”.

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