La sobrecarga a la que fue sometida en 2015 la estructura de la Línea 12 del Metro, a la altura de la estación Olivos, como parte del programa de mantenimiento, provocó una deformación que rebasó los límites del material con que se fabricaron las trabes, aseguró Alejandro Romano, abogado defensor de Enrique Horcasitas, quien fue el director del proyecto de construcción que colapsó el pasado 3 de mayo.
Según un estudio de ingeniería que realizó el bufete Colinas de Buena, se precisó que esa situación pudo ser la causante de la caída del Metro, que dejó un saldo de 26 personas muertas y más de 80 lesionadas.
“Debido a esta situación, las tres trabes deformadas únicamente sirvieron de cimbra.
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“Después del sismo del 19 de septiembre de 2017 se presentaron una serie de daños a este sistema estructural [del Metro]”, precisa el documento en poder de EL UNIVERSAL.
El abogado manifestó que gran parte de la responsabilidad recae en el Sistema de Transporte Colectivo Metro, dependencia que se encarga de la operación de este medio de transporte y que comprende del periodo de 2013 hasta la fecha del accidente.
Además, se menciona que, tras el sismo, la trabe registró una ondulación de 42 centímetros que era evidente a simple vista.
En lo que corresponde al mantenimiento que se realizó en enero de 2015, el defensor de Enrique Horcasitas dijo que se utilizó equipo sumamente pesado que pudo dañar la estructura y que con el paso de los años se agudizó hasta venirse abajo, “tiene que ver más con el mantenimiento que se le dio a Línea 12 que una falla estructural o de origen”.
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Mencionó que en dicha obra, para sustituir balasto y rieles, se sobrecargó la estructura del tramo elevado “a grado tal que fue necesario que intervinieran las empresas correspondientes para identificar primero que había deformaciones en trabes y diversas partes por el exceso de peso y, posteriormente, se procedió a las reparaciones que se consideraron necesarias”.
Cuestionado sobre que el entonces encargado de la Línea Dorada fue sancionado y encontrado responsable, por recibir una obra inconclusa, rechazó tal aseveración al asegurar que cuentan con un documento emitido en septiembre de 2012 por la entonces Contraloría General del Distrito Federal, en el que se establecía que no encontraron irregularidaded al recibir la obra.
Asimismo, mencionó que Horcasitas Manjarrez fue sancionado por no supervisar a todos los directores que estaban bajo su cargo, pero, dijo, ninguno fue encontrado responsable, pues en las apelaciones ganaron los juicios sobre las acusaciones que se hicieron en su momento.
“Nosotros, por indicación de nuestro cliente Enrique Horcasitas, nos dedicamos a revisar el expediente para conocer la verdad, y a partir de la información que tenemos podemos advertir que todo parece indicar que el problema se encuentra comprendido dentro del aspecto relativo al mantenimiento de la Línea 12”, precisó el abogado.
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Además, recordó que cuando entró la línea en operación se entregó a las entonces autoridades del Metro un manual de operación, que “era exhaustivo, puntual y preciso con relación a dos aspectos fundamentales para el mantenimiento: la inspección de las estructuras de la obra civil y el tema de las vías”.
En el mantenimiento se establecía, precisó el abogado, que en el primer año se debía revisar la línea cuatro veces al año, luego dos y al final una verificación anual del estado; sin embargo, cuando hubiese un sismo superior a 6.5 grados, el mantenimiento debía ser mucho mayor.