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david.fuentes@eluniversal.com.mx
Amigos, familiares y compañeros de trabajo de José Gerardo Martínez se dieron cita en punto de las 15:00 horas en la parroquia Candelaria Purificación, de la alcaldía Coyoacán, donde se celebró una misa a un año del homicidio del periodista y editor del Servicio Universal de Noticias (SUN), agencia de noticias de EL UNIVERSAL. A 12 meses de su muerte, el dolor de su ausencia se sentía en el ambiente.
Sus vecinos recordaron al reportero como una persona alegre y con vocación de servicio hacia la comunidad: “Se nos fue un Rey Mago, parece que fue ayer cuando lo vi el día 5 [de enero de 2018] por la tarde, saludando a todos y siempre sonriente. Por la noche me enteré de la desgracia y ahora mira, estamos en la misa porque se nos adelantó”, comentó con profundo pesar doña Margarita, vecina de José Gerardo.
Dentro del templo, en primera fila, estaba la señora Elena, madre de José, quien colocó una foto de su hijo en el atrio, luego el párroco Abraham Zavala inició la homilía: “Elevamos una oración en la memoria de nuestro hermano José Gerardo, quien ya esta postrado junto a Dios, nuestro Señor”, dijo el clérigo para después dar paso a las letanías.
Las palabras del párroco calaron hondo en los presentes. Las lágrimas comenzaron a brotar. Consternados, se cuestionaron por qué él, por qué en esa fecha —cuando salió de su domicilio a hacer un acto bondadoso: conseguir juguetes para regalar en el Día de Reyes— lo mataron.
“Lo único que pido es justicia. Es triste saber que si fuera el hijo de un político o de alguna persona influyente, ya hubieran atrapado a los delincuentes. Quiero decirle a las autoridades que para mí, la familia, los vecinos y sus amigos, José Gerardo era muy importante y también queremos justicia.
“En la procuraduría ya me dijeron que por el cambio de administración la investigación está detenida, eso es muy triste. Desde que me lo mataron dije que el crimen iba a quedar impune, porque ellos no consideran que mi hijo sea importante y mire, ya pasó un año y no saben absolutamente nada de los responsables”, comentó Elena, al tiempo que se aferraba a la fotografía de su hijo.
Un año y no hay avances en la procuraduría local. La investigación del homicidio de José Gerardo esta empantanada en la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México. El agente asignado argumenta exceso de trabajo, pues tampoco ha resuelto otros 120 homicidios dolosos que están a su cargo, todos ocurridos en 2017; de hecho, sólo se trabajó en el caso del reportero de EL UNIVERSAL los primeros dos meses. Luego, nada.
La dependencia investigadora no tiene una idea de quiénes fueron los responsables, ni si quiera los han identificado. Sólo saben que eran dos sujetos de entre 25 y 30 años de edad que se dedican al robo a transeúntes en las alcaldías Coyoacán e Iztapalapa, lo que complica la resolución del caso.
La investigación se agrava, pues con el cambio de administración el expediente fue “reclasificado”, es decir, quedó arrumbado entre otras indagatorias de casos ocurridos en 2018 y que consideran prioridad.
“A mí también me mataron, y cada día que pasa sin que detengan a los responsables, me siguen matando.
“No entiendo qué tiene que ver el cambio de administración con que los detengan. No han hecho nada, no les interesa, no pueden o quizá tengan mucho trabajo, lo único cierto es que el asesinato de mi hijo va a quedar impune y nosotros qué recibimos… ni si quiera justicia”, concluyó la mamá de José Gerardo.