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david.fuentes@eluniversal.com.mx
David “N”, El Pistache, quien a decir de la procuraduría local fuera el sucesor de Roberto Mollado Esparza, El Betito, en la cúpula de La Unión de Tepito, burló a la justicia local sobornando y comprando policías; además, tenía un ejército de distribuidores de drogas al menudeo en la Ciudad, que trabajaba en al menos seis alcaldías las 24 horas del día.
En su nómina estaban también elementos de la Secretaría de Seguridad Pública y de la procuraduría capitalina, así como funcionarios de la alcaldía Cuauhtémoc.
“Se presume que tenga contactos al interior de instancias gubernamentales de la Ciudad de México, particularmente en la alcaldía Cuauhtémoc, que lo alertan sobre los operativos policiacos que se implementan”, se lee en la ficha criminal de El Pistache y su lugarteniente, Daniel “N”, El Tiger, que la Procuraduría General de la República (PGR) y la Agencia de Investigación Criminal (AIC) integraron al expediente, FED/SEIDO/UEIDMS-CDMX/ 0000857/2018, que se abrió por los delitos de delincuencia organizada y homicidio al capturar a quienes se hacían pasar como narcojuniors.
Al momento de revisar dos teléfonos iPhone, una tableta electrónica y una computadora Macbook Pro, que estaban en el departamento de Santa Fe donde vivía El Pistache, los federales encontraron una lista con varios nombres que estaban en clave; presuntamente son policías adscritos en las alcaldías Coyoacán, Cuauhtémoc, Venustiano Carranza, Cuajimalpa, Miguel Hidalgo y Benito Juárez, que trabajaban para él.
En otro apartado se encontró una lista con al menos 500 nombres de supuestos narcomenudistas, los cuales implementaban diversos métodos para distribuir drogas, que iban desde cocaína, marihuana en todas sus versiones —incluso medicinal e hidroponia—, hachís, crack y cristal, pasando por pastillas sicotrópicas como Rivotril, Tafil y LCD.
Para hacer llegar la mercancía a los clientes, los dealers utilizaban motonetas, bicicletas, vehículos de lujo e incluso a través de Uber, cuyo chofer aparentemente no sabía qué era lo que transportaba, sólo llevaba “el paquete” a zonas como Polanco o Lomas de Chapultepec.
Con base en la georreferencia realizada por los agentes, se determinó que el mercado principal de El Pistache y El Tiger eran centros nocturnos de Polanco, Santa Fe y el corredor Roma-Condesa, pero se extendía hasta Coyoacán, Miguel Hidalgo, Benito Juárez, Cuauhtémoc, Venustiano Carranza, Cuajimalpa e incluso al Estado de México.
La investigación federal reveló que El Tiger fue el autor intelectual del doble homicidio registrado el 26 de septiembre de 2018 en las inmediaciones de la colonia Corpus Christi, en Álvaro Obregón, cuando se encontraron a dos cuerpos sin vida, en el interior de una camioneta roja RAV4, de Toyota; las víctimas empezaron a vender droga en el territorio de ellos y los mandaron matar.
Sobre la posible infiltración del crimen organizado en las instituciones de seguridad, el procurador capitalino, Edmundo Garrido Osorio, dio a conocer que ya trabajan en ese tema con la Federación y aseguró que si algún mando o policía está involucrado, será sancionado: “Nosotros tenemos abiertas líneas de investigación, cualquier imputación que se haga en contra de algún mando o personal de cualquier corporación, estamos al pendiente de eso.
“Por el momento no tenemos nada de eso, estamos colaborando con la Procuraduría General de la República, ya el personal ministerial de aquí está trabajando con la SEIDO, tenemos intercambio de información y tengan la certeza de que si alguien está involucrado será castigado”, puntualizó el procurador.