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En calles de la alcaldía Cuauhtémoc se escucha un grito “Aguas de a diez”, y al unísono un “Cuak”. El es "Merlyn" un pato vestido de saco que acompaña a su dueña a vender agua embotellada.
“El es Merlyn, es el pato que vende aguas conmigo, mi anterior acompañante murió envenenado y sufrió mucho mi hijo, la gente fue quien nos dio a este emprendedor”, mencionó Karla mientras acomodaba el plumaje del pato.
Abordo de un triciclo color rojo y la mercancía bien apilada, Karla junto a su mascota "Merlyn" recorren varios kilómetros de la zona centro de la gran Ciudad de México con el objetivo de vender el vital líquido a los sedientos capitalinos que salen de trabajar o algún transeúnte qué despistado escucha un graznar del animal.
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"Merlyn" sale todos los días desde la calle Doctor Vértiz, en la colonia Doctores, para ganarse el pan de cada día. Con una pechera que figura un saco a cuadros color caqui y su plumaje blanco, es el atractivo de los comerciantes.
El viene de una familia de las anátidas, de la especie del Pato Pekín americano, quien es el suplente de Waffle, una patita que también vendía junto a sus dueños y quien trágicamente murió envenenada.
Karla cuenta para esta casa editorial, que al darse a conocer la trágica historia de la muerte de Waffle, la misma gente fue quien regaló a "Merlyn" para que aprendiera los trucos de los mercantes de la CDMX.
aov/cr