E ste domingo, el lució a reventar durante el último día de los festejos por la llegada del Año Nuevo Chino, que en esta ocasión es dedicado al conejo.

Desde temprana hora, cientos de personas se dieron cita en este lugar ubicado sobre la calle de Dolores, colonia Centro, para apreciar este barrio emblemático que acerca a los visitantes a la riqueza y cultura del gigante asiático.

Con orejas de conejo, gorros y vestimenta asiática, los capitalinos y visitantes de otros estados fueron llenando de a poco este sitio, donde por momentos era imposible avanzar por el río de gente y puestos.

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En los locales se podían ver y comprar galletas de la suerte, llaveros y la comida tradicional como el ramen y los rollitos, aunque también había helados con algunos nombres curiosos como “jalón de orejas”.

“Voy a comprar uno y le voy a decir: me da un jalón de orejas, ja, ja, ja”, exclamó entre risas una persona que caminaba por el barrio y volteó a ver estos helados. En este sitio se realizó la tradicional danza del león y el dragón y algunos performances que maravillaron a los asistentes.

“Se ve muy llamativo, ya regresando después de pandemia, se ve muy padre, la gente está emocionada esperando los dragones, está muy padre. Este año que es el del conejo del agua se supone que debe traer abundancia y prosperidad.

“Está muy padre no solamente fomentar nuestra cultura, sino también la cultura de otros países; qué bueno que en nuestro país se pueda fomentar todo este tipo de actividades para armar una buena relación entre otras culturas”, destacó Evelyn, quien se iba comprar su llavero de conejo para la abundancia.

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