Era la tarde del martes 12 de julio, cuando una presunta célula del Cártel de Sinaloa de Los Chapitos fue identificada por agentes capitalinos, quienes recibieron una denuncia para acudir hasta el kilómetro 28.5 de la carretera México-Cuernavaca, en la alcaldía Tlalpan, en la zona de Topilejo.
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Ahí se enfrentaron con armas de grueso calibre contra los elementos de inteligencia policial de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), quienes se encontraban en un operativo. El saldo fue de 14 detenidos, según la primera versión oficial, pero cuatro de ellos fueron liberados, pues no tenían nada que ver con los hechos y su captura fue arbitraria.
Cuatro policías resultaron lesionados, uno de ellos de gravedad, pero que actualmente se encuentra en recuperación.
Así, una célula identificada con el Cártel de Sinaloa, pero sobre todo con Los Chapitos, encabezados por Ovidio Guzmán El Ratón, uno de los hijos de Joaquín El Chapo Guzmán, empezó a querer infiltrarse en la zona, buscando controlar no sólo la distribución sino la venta de droga, según reportes de las autoridades.
Los hechos ocurrieron en un inmueble abandonado entre la zona de Topilejo y la colonia San Andrés Totoltepec, Tlalpan, hasta donde arribaron los agentes para continuar con las investigaciones que habían iniciado tras dos denuncias previas de la ciudadanía, en las que se refería la presencia de sujetos con armas largas, y quienes incluso, plagiaban a narcomenudistas locales.
En el reporte que llegó vía WhatsApp a la policía capitalina se describía: “Refieren varios vehículos con personas armadas, mismos que se encontraban secuestrando personas, amenazando y realizando cobro de piso a los comerciantes”.
Agentes de la Dirección General de Investigación de Delitos de Mayor Incidencia de la SSC fueron los encargados de realizar la diligencia que desató el enfrentamiento. Fue en ese momento cuando los delincuentes arremetieron con armas largas desde adentro del inmueble, tiroteo que sorprendió a los habitantes.
“Mando, ¿por qué no piden apoyo aéreo?”, se escuchó en una de las grabaciones provenientes de residentes de la zona que comenzaron a circular y se viralizaron en redes.
Y es que las imágenes, los hechos y la movilización eran algo que no se había visto en la capital, un tiroteo entre presuntos delincuentes remitían a la guerra contra el narco del sexenio de Felipe Calderón. Tras la refriega, hubo detenciones, ya con el apoyo de personal de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la Guardia Nacional.
Al lugar arribó el secretario de Seguridad Ciudadana, Omar García Harfuch, en helicóptero, y ahí dio un primer balance de los hechos, y resaltó la liberación de personas secuestradas y el decomiso de 10 armas largas, incluyendo un Barrett.50, una ametralladora, tres armas cortas, 12 granadas, chalecos balísticos, 74 cargadores, y droga.
Más tarde, en conferencia de prensa en la sede de la SSC, señaló que los sujetos presuntamente podrían provenir de una célula criminal del estado de Sinaloa. Se supo que portaban placas con el logotipo de un ratón, que es el vínculo con el hijo del Chapo Guzmán.
EL UNIVERSAL publicó el pasado 14 de julio que la incursión del Cártel de Sinaloa ya era investigada por las autoridades, y que en esas indagatorias había arrojado la presencia en alcaldías como Tlalpan y una parte que colinda con Coyoacán, además de Xochimilco y Gustavo A. Madero, en donde utilizan viviendas de mediana y alta plusvalía para ocultar su cargamento que arriba vía terrestre.
Se sabe que para el traslado de la droga usan líneas de autobuses desde Sinaloa a la Terminal de Autobuses del Norte de la Ciudad y otros cargamentos enviados a Guadalajara, según las indagatorias; además, se sabe que han comenzado a utilizar algunos narcomenudistas para la venta.
Fue así como la Fiscalía General de Justicia (FGJ) lo estableció en una de las indagatorias que se originó tras la detención en mayo pasado de Sonia, alias La Chamaca, quien estaba al servicio de este cártel y que era la encargada de generar constantes disputas con el autodenominado Cártel de Tláhuac.
La Fiscalía General de Justicia halló que esta presunta célula de Los Chapitos había cometido una serie de privaciones de la libertad y levantones en la zona de Tlalpan.
Fuentes refirieron en aquel momento que entre organizaciones delictivas no se dan los secuestros, sino levantones, y es que una de las personas que se encontraba en cautiverio por más de 20 días, había sido golpeado en reiteradas ocasiones y lo mantenían maniatado al interior de la casa de seguridad en el kilómetro 28.5 de la carretera México-Cuernavaca.
Además, utilizaban vehículos como un Audi, con placas RDT-985-C; un Yaris color negro sin placas, un Dodge del mismo color con placas RCU-428-C, y una camioneta Toyota, con matricula Y33-AGU, que en realidad corresponde a un vehículo Fiat.
Con la presencia del Cártel de Sinaloa, las autoridades han realizado decomisos en las zonas en donde se ha detectado su operación en la capital desde el año pasado, y más recientemente en junio de 2021, cuando decomisaron 300 kilogramos de cocaína en 10 cateos realizados en inmuebles.
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“Ya no hay células en Topilejo”
En la alcaldía Tlalpan ya no hay células de Los Chapitos, ni lugartenientes con la magnitud operativa que la que buscaba instalarse en Topilejo, y fue desarticulada por la policía capitalina, señaló para esta casa editorial el 5 de agosto, la alcaldesa Alfa González.
“Ya no hay más elementos de ese grupo delictivo en Tlalpan, con esa acción que se realizó fue determinante, no tienen otro grupo, ni de esa magnitud operando, ni que hayan quedado como algunos de los operadores”, señaló la edil de esa demarcación.
No son del cártel: defensa
En enero próximo comenzará la etapa intermedia del proceso en contra de 10 presuntos integrantes del Cártel de Sinaloa de Los Chapitos.
Fuentes consultadas señalaron que en la carpeta de investigación hay pruebas que la fiscalía capitalina no desarrolló adecuadamente, por lo que son ambiguas, además que hacían falta elementos de prueba por anexar al expediente, por lo que se determinó, el pasado 18 de noviembre, pedir una prórroga de dos meses extra, que se agotarán a inicios de 2023.
Dicha prórroga para llegar al cierre de la investigación complementaria e iniciar la etapa intermedia fue solicitada por las partes para presentar diferentes pruebas periciales, como las de voz, pues de acuerdo con la información consultadas, el Ministerio Público de la Fiscalía General de Justicia exhibió como uno de los datos de prueba ante el juez de Control, que algunos de los detenidos fueron reconocidos a través de su voz.
Uno de los imputados es defendido hasta por su propio padre; otros fueron trasladados a penales federales.