Un día después de que las autoridades de la Ciudad de México determinaron frenar la reapertura del Centro Histórico porque varios negocios incumplieron las medidas sanitarias y se registró una gran afluencia de visitantes, el número de personas no bajó e incluso algunos locatarios se las ingeniaron para poder operar.
También los vendedores ambulantes siguieron toreando a los policías para ofertar sus productos.
Ayer la gente volvió a concentrarse en el primer cuadro de la alcaldía Cuauhtémoc para realizar todo tipo de compras, entrar a un restaurante o pasear.
En un recorrido de EL UNIVERSAL por la zona se observó que personal de Tránsito capitalino colocó cintas amarillas para evitar el paso de vehículos en avenida Pino Suárez y los comercios establecidos de ropa y zapatos estaban cerrados; sin embargo, esto no impidió la actividad comercial de farmacias y bancos, lo que generó que las aceras lucieran llenas.
Sobre la calle de República de El Salvador la situación se repitió como el viernes pasado: la calle estaba desbordada de gente.
Además, los locales operaron de una forma particular, ya que respetaban el cierre, pero trabajadores se quedaban afuera de los negocios para captar a los clientes.
Las puertas de los locales se abrían y cerraban conforme llegaban los compradores. En la esquina con Correo Mayor el comercio informal se desbordó, monitoreando el movimiento de la gente para detectar al personal del Gobierno capitalino o el arribo de policías de la Ciudad.
A un costado de Palacio Nacional, sobre la calle Moneda, los halcones de los comerciantes ambulantes estaban funcionando 100%, incluso al ver que se tomaban fotografías uno de ellos comentó: “Nos perjudican, vean lo que dijo [la jefa de Gobierno, Claudia] Sheinbaum, 15 días más de cierre; nosotros vivimos al día, agarren la onda”, externó un joven. De inmediato, un grupo de policías los retiró de la zona.
En calles como Madero, la restricción del paso peatonal se mantuvo como en días previos; sólo se permite que los clientes pasen para ir a las tiendas abiertas.
A su vez, en Paseo de la Reforma y avenida Hidalgo, un grupo de comerciantes bloqueó la vialidad para exigir que les permitan vender en el Centro. Con esta manifestación suman tres días seguidos de protesta.
Pese a que se determinó que este fin de semana los comercios no esenciales del Centro Histórico tendrían que permanecer cerrados, la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, comentó que hubo algunos establecimientos que no siguieron esta medida y se les tuvo que orientar a cerrar.
“No hemos hecho, digamos, una sanción muy estricta este fin de semana, quizá faltó comunicación. Entonces, se está orientando, lo más importante es generar un esquema en donde puedan abrir las tiendas y que no haya esta congregación de personas. Que, como lo dije ayer [viernes], es un esfuerzo de todos y de todas, no es [sólo] una; muchas veces los negocios cumplieron, pero lo que hubo pues fue muchísima gente que llegó al Centro”, externó.