Las patadas por debajo de la mesa entre los morenistas en el Congreso de la Ciudad de México no dan cuartel. Nos platican que uno de los motivos por los que le retiraron el apoyo al grupo de Valentina Batres y Rigoberto Salgado es porque, literalmente, se agandallaron de importantes áreas administrativas. En el caso de doña Valentina, nos recuerdan que tiene el control del área de Comunicación Social, así como la Unidad de Análisis de las Finanzas, cuyo titular fue su secretario técnico, Mario Zepeda. Don Rigoberto tiene la Dirección General de Administración, instancia que da el visto bueno a todas las compras y adquisiciones, con Tania Moreno como su encargada. El tema es que ya muchos diputados de esa fracción dicen estar cansados de esta situación.
El alcalde en Benito Juárez, el panista Santiago Taboada, deberá estar en alerta porque los integrantes de la organización de comerciantes ambulantes que encabeza Diana Sánchez Barrios, nos comentan, no piensan quedarse cruzados de brazos luego de que fueron desalojados de los puestos que, dicen, “ocuparon durante varios años”. La inconformidad es mayor con el director de gobierno de la alcaldía, Alejandro Gutiérrez, a quien acusan de llamarlos “mugrosos y delincuentes”. Para los comerciantes la problemática no ha terminado y dicen estar dispuestos a dar la batalla por sus espacios, por lo que la situación podría tensarse más en los próximos días, sobre todo porque exigen que les permitan vender en esta temporada navideña.
Durante el anuncio de las nuevas disposiciones que los desarrolladores inmobiliarios deben cumplir para construir edificios, plazas comerciales y centros de diversión o recreativos, llamó la atención la ausencia de la secretaria de Desarrollo Urbano y Vivienda (Seduvi), Ileana Villalobos Estrada, cuando la dependencia debe ser una de las piezas clave en este tema. Lo que más alerta es que cuando se preguntó en la dependencia si había alguna causa por la que no se presentó la funcionaria, ni siquiera sabían del evento, lo que hace pensar que las cosas no están del todo bien. Quien tomará la batuta en este tema es la secretaria del Medio Ambiente, Marina Robles.
En el Hospital General de Ticomán, en la alcaldía de Gustavo A. Madero, el personal médico y trabajadores administrativos están muy molestos por el incumplimiento que, aseguran, ha tenido la secretaria de Salud capitalina, Oliva López Arellano, pues mientras ella asegura que se están cumpliendo con todas las prestaciones al personal de la dependencia, la realidad es otra. Nos dicen que, hasta el momento, no les han renovado los uniformes y mucho menos los vales y bonos que recibían, además de que trabajan en pésimas condiciones. La secretaria debería poner atención en ese foco que podría salírsele de control.