rebeca.jimenez@eluniversal.com.mx
Nicolás Romero, Méx.— En El Vidrio, el bebé de Verónica Guadalupe aprendió a caminar sin su madre y hoy con dos años de edad, sólo observa la fotografía de Lupita, quien murió lapidada por quien fue su pareja. La familia de la víctima, como muchas otras, ha destinado su mayor esfuerzo en exigir justicia, ahora lo que viene es garantizar el futuro del pequeño.
Al respecto, la diputada local Karina Labastida Sotelo comentó que no sólo se trata de que la manutención y educación esté asegurada, sino también su estabilidad mental y desarrollo personal.
Dice que por ley se debe garantizar la educación —hasta que lleguen a la universidad— de los hijos de mujeres víctimas de feminicidio, hecho que debe plasmarse en la ley para que no quede a la buena voluntad de los gobernantes.
Además de una atención psicológica integral, que no se limite sólo a tres meses, como hoy sucede, así como un desarrollo cultural y deportivo, reiteró Labastida Sotelo, quien informó que trabaja en una ley en esta materia, que en breve será presentada ante la legislatura mexiquense.
Un ejemplo claro de ello son los padres de Lupita, quienes pidieron la custodia del bebé, luego de que el padre del pequeño Luis Angel Reyes Jiménez fue sentenciado a 62 años de prisión, por la violencia con que fue asesinada Lupita y que ahora deben enfrentar una nueva realidad con el menor.