Toluca.- La violencia que ejercía Édgar , el exesposo de Sonia Pérez Rodea , la maestra de danza de la UAEMéx , era evidente en todos los espacios laborales donde se desempeñó desde hace años, confirmaron al menos cuatro de sus compañeros de trabajo y los familiares de la víctima de feminicidio durante su declaración al Ministerio Público.
Esta tarde, la jueza de Control del Poder Judicial vinculó a proceso al también empleado de la Universidad Autónoma del Estado de México por su probable participación en el delito de feminicidio de su expareja sentimental el 9 de diciembre, a quien estranguló por celos.
Durante la relatoría que hizo la togada a cargo del caso, Gisela, hermana de la maestra de baile, no pudo contener el llanto y asentó con la cabeza cada vez que la autoridad narró que Sonia era víctima de violencia física y psicológica , que era una mujer sometida, humillada, aterrorizada y amenazada de muerte.
Con un pañuelo en mano y suspirando por momentos, sostuvo la mirada firme hacia la jueza, pues Édgar , al ver llegar a su excuñada, no volvió voltear la mirada hacia el público en la Sala 2, donde escuchaba cómo los testigos lo calificaban de “violento, agresivo y con celotipia”, características que lo convirtieron en el posible asesino de la madre de sus dos hijas.
La jueza relató que, con base en las pruebas, no hay duda de que el hombre, de 48 años de edad, participó en el feminicidio , según las pruebas que recibió por parte del Ministerio y que fueron recabadas tanto en la declaración que hicieron familiares de la docente, como compañeros de trabajo, alumnos e incluso empleados de seguridad del Teatro Los Jaguares , donde se vio a Sonia por última vez con vida.
En la narrativa, la jueza dijo que uno de los trabajadores de limpieza del teatro relató al MP que nadie se dio cuenta que ella pasó la noche en el baño del camerino uno, pues él incluso abrió la puerta del baño por la mañana y, al percatarse que había alguien, se disculpó y cerró la puerta.
etp