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El homicidio del ejecutivo de Televisa, Adolfo Lagos Espinosa, a manos de su guardaespaldas, según los primeros avances de la investigación de la procuraduría del Estado de México, exhibió la falta de profesionalismo de las empresas de seguridad al rentar personal poco capacitado para estas tareas.

El primero es pensar que el tener guardaespaldas es garantía de seguridad; segundo es que desconoce al personal que se contrata, por lo que se obtienen resultados equivocados. En ocasiones los guaruras terminan actuando de manera prepotente y golpeando a cualquiera que vea mal al “patrón” o como en este caso, por defenderlo lo mataron.

“El problema viene desde antes, si al que hay que cuidar quiere salir a correr o andar en bicicleta, el personal de seguridad debe hacer una evaluación de riesgos de la zona, conocer a dónde se va a meter, organizar el convoy para cualquier problema, en este caso fue evidente que los escoltas no tenían idea de nada”, comentó Guy Ben Nun, asesor de Consultoría en Seguridad Profesional.

Otro problema urgente que hay que atender es la preparación de los empresarios y funcionarios que contratan este servicio.

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