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El derribo de cientos de pinos
del bosque que se extiende en el límite entre Lerma y Huixquilucan, preocupa a vecinos de Piedra Grande, Llano Grande y Cañada de Alférez quienes piden a autoridades federales y estatales frenen este “ ecocidio ”.
La tala de árboles,
especialmente oyamel, se está intensificando cerca del cerro de La Campana y del sitio salen camiones cargados con cientos troncos, señalaron pobladores.
“ Lo único que sabemos es que empresarios del proyecto “Reserva Santa Fe” compraron cerca de 260 hectáreas, en su mayoría bosque, para la construcción de 500 residencias , de donde han derribado cientos, quizá miles de árboles", lamentó Martin, uno de los habitantes que pidió la intervención del gobernador Alfredo del Mazo Maza.
En su denuncia, señalaron su preocupación por la ampliación a cuatro carriles de la carretera que comunica Huixquilucan con Lerma, por lo que el derribo de árboles será enorme, señalaron habitantes de Piedra Grande , Llano Grande y Cañada de Alférez .
“ Naturaleza que se vive ”, es la frase que exponen en una cinta de plástico de color rojo, con el que la constructora delimita la zona donde está derribando árboles, lema contradictorio por el daño ecológico que se está generando, afirmó Martin junto a un grupo de vecinos.
Ante la denuncia interpuesta por los pobladores, personal del área de gestión del Gobierno del Estado de México respondieron que el tema sería atendido por Probosque.
Fotografía: Especial
lr