Atizapán de Zaragoza, Méx.— “¡Déjenmelos cinco minutos!”, “¡vamos a lincharlos!” e “¡hijos de su pin*** madre!”, gritaron con indignación grupos de jóvenes y automovilistas frente al Centro de Justicia de la Fiscalía mexiquense, lugar donde permanece detenida la pareja señalada por la violación y asesinato de Fátima en Xochimilco.
El enojo por la presencia de Gladis Giovana y Mario Alberto en este municipio se manifestó con gritos de repudio en contra de la pareja y señalamientos de “ojo por ojo”, que realizaron ciudadanos que llegaron al sitio, donde no pudieron realizar denuncias, cumplir con citas ante el Ministerio Público hacer uso del estacionamiento público, pues permaneció cerrado.
Mario Alberto y Gladis Giovana cumplieron anoche 24 horas de detención en el Ministerio Público (MP) de Atizapán de Zaragoza por el delito de cohecho, luego de que presuntamente habrían ofrecido dinero a policías para que los dejaran escapar.
En ese lapso, los habitantes de Atizapán de Zaragoza reiteraron su repudio hacia ellos con exclamaciones como “¡línchenlos!”, “¡déjenmelos cinco minutos!” y “¡vamos a partirles su mandarina en gajos !”, gritaron conductores y personas que pasaron frente al lugar donde están detenidos.
Mario Alberto y Gladis Giovana fueron detenidos en una vivienda de la zona ejidal de La Palma, en Tlazala, municipio de Isidro Fabela, la tarde del miércoles 19 de febrero.
La pareja fue trasladada primero al Centro de Justicia de Nicolás Romero y de ahí al MP de la Fiscalía mexiquense en Atizapán, en un operativo integrado por la Guardia Nacional, policías de investigación de la FGJEM, estatales y municipales de un grupo especial.
Por la llegada de los presuntos feminicidas al Centro de Justicia, autoridades mexiquenses desplegaron un operativo en la zona aledaña que fue cerrada en un radio de más de 200 metros y suspendidos los trámites de denuncias y citas del Ministerio Público que se realizaban en el lugar.
El estacionamiento que antecede al Centro de Justicia de Atizapán fue cerrado al público desde la noche del miércoles para aislar lo más posible estas instalaciones de la fiscalía mexiquense, en un operativo nunca antes desplegado en esta zona.
Además, el acceso fue restringido al complejo de oficinas estatales del Registro Civil, licencias, preceptoría, transporte y finanzas, así como al jardín de casi mil metros, zona que fue delimitada por rejas blancas, para impedir el paso a ciudadanos, quienes sólo ingresaron —de forma restringida— para realizar trámites.
Esto mientras decenas de policías estatales y municipales rodeaban la zona.