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Toluca, Méx.- Como una medida para proteger de contagio por Covid-19 a los empleados de una marca estatal de tienda de conveniencia, el gerente decidió colocar plástico alrededor de las cajeras , en espacios donde trabajadores - hombres y mujeres- corren mayor riesgo de contagio debido a la cercanía con los consumidores.
Desde el lunes, las pequeñas estructuras de plástico detenidas con palos de madera se convirtieron en la primera imagen que observan los clientes al llegar al establecimiento ubicado en las calles Vicente Guerrero y Tollocan, una de las sucursales con mayor afluencia.
Inicialmente, en esta tienda, la instrucción fue que tanto cajeras, como el resto del personal de la tienda, especialmente los adultos mayores, usaran cubre bocas, guantes de preferencia de látex, pero en los días posteriores ya no fue suficiente y los encargados del establecimiento idearon esta forma de impedir el riesgo por saliva, gotas por estornudos o el contacto de las manos.
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“Pues sí parece como si nos hubieran emplayado, pero es mejor porque la otra opción era irnos a descansar por días o estar expuestas, hay muchos clientes que no creen en esto del virus y no les importa venir enfermos de gripe si usar un cubrebocas o quienes estornudan y no se tapan la nariz, tosen sin cubrir la boca, por eso estamos más tranquilas con esta medida”, dijo una de las trabajadoras.
Para los empleados de esta sucursal de Garis, dijeron, las cubiertas con plástico son una opción que asumieron con gusto, porque - dicen - lo más importante es trabajar, mantener las medidas de higiene, cumplir con la jornada de sana distancia, sobre todo regresar a casa con la certeza de que hicieron lo posible para no contagiarse del virus.
Además en esta tienda, los adultos mayores que son cerillos, fueron enviados a casa para que no corran peligro, pero no sólo les asignaron un salario mínimo sino la empresa inició una campaña para que las propinas que dejaría el cliente cotidianamente las coloque en una alcancía que cada semana es entregada al cerillito correspondiente.
Foto: Jorge Alvarado/ EL UNIVERSAL
