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Toluca, Méx.— El gobierno del Estado de México reconoció que es un reto atender el deterioro de la calidad del aire en las principales zonas metropolitanas de la entidad, a través del Plan de Desarrollo 2017-2023, con el cual se rige la actual administración estatal.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ubicó cuatro ciudades mexiquenses entre las más contaminadas de la República, que son: Coacalco, Ecatepec, Tlalnepantla y Tepotzotlán, según el inventario sobre la calidad del aire que cubre a 4 mil 300 localidades de 108 países y abarca un periodo de 2011-2016.
Al respecto, la Secretaría de Medio Ambiente estatal informó que esos cuatro municipios no los monitorean las siete estaciones de las que se hace cargo la SMA, ya que de las 22 instaladas en territorio mexiquense como parte de la Red Automática de Monitoreo Atmosférico (RAMA), 15 están a cargo de la Ciudad de México.
La dependencia aclaró que la entidad es una de las cinco en el país que realiza la medición de tendencias de carbono negro, considerado como un contaminante altamente nocivo para la salud y, consulta la información generada por las 15 estaciones que reporta la Ciudad de México, a través del Sistema de Monitoreo Atmosférico de la Ciudad de México (Simat).
“Si bien se ha superado el valor de la norma anual de 20 microgramos por metro cúbico indicado por la OMS para esos cuatro municipios, podemos resaltar que Tultitlán y Acolman mantuvieron sus índices durante el mismo estudio; Nezahualcóyotl, Xochimilco, Atizapán y Naucalpan tuvieron una disminución, incluso este último redujo su valor siete puntos, gracias a las acciones realizadas en el Estado de México”, resaltó.
La dependencia señaló que mantienen monitoreo en la Zona Metropolitana del Valle de Toluca, particularmente en los municipios de Toluca, Metepec y San Mateo Atenco, además mediante el Programa para Mejorar la Calidad del Aire (Proaire), también implementado en la Zona Metropolitana del Valle de México (2011-2020), benefician a más de 13 millones de personas.
El Plan de Desarrollo estatal informó que los altos índices de contaminación son consecuencia de la urbanización e industrialización del estado, las cuales presentan altas concentraciones de contaminantes.
Además, destacó como factores de riesgo de contaminación ambiental la existencia de asentamientos humanos en zonas de alto riesgo que agravaron la problemática de fenómenos provocados por la actividad humana.
Admitió que a pesar de los avances en términos de monitoreo de las condiciones atmosféricas, así como acciones y proyectos conjuntos producto de la Comisión Ambiental de la Megalópolis, las concentraciones atmosféricas de ozono, partículas emitidas por vehículos de diesel (PM2.5) y, las partículas sólidas o líquidas como polvo, cenizas, cemento (PM10), exceden de manera persistente los límites permisibles marcados por las normas mexicanas.