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Toluca, Méx.— La empresa Autovan reinició la construcción de la autopista que conectará Naucalpan con el acceso principal al Aeropuerto Internacional de Toluca, luego de la suspensión hace 14 años, cuando integrantes de Bienes Comunales de San Francisco Xochicuautla, Lerma, interpusieron varios amparos contra la obra por los daños que generaría al bosque y a la zona otomí.
A partir de esta semana, la comunidad indígena, que estableció campamentos e impidió el avance de la maquinaria, se retiró del tramo bloqueado y permitirá el avance de la construcción que concesionó Enrique Peña, como gobernador del Estado de México, y a la que sólo le faltan cuatro de los 39.3 kilómetros que tendrá de longitud la vialidad.
José Luis Fernández, uno de los representantes indígenas, informó que los acuerdos fueron con Rodrigo Espeleta, de Justicia y Derechos Humanos mexiquense, así como con la Subsecretaría de Derechos Humanos del gobierno federal; además del Sistema de Autopistas, Aeropuertos, Servicios Conexos y Auxiliares del Estado de México, y la Secretaría de Infraestructura.
Para validar los convenios, los testigos fueron de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, así como organizaciones no gubernamentales que los respaldaron, entre ellos el Ejército Zapatista de Liberación Nacional.
También se deslindaron de un grupo de aproximadamente 10 personas de la comunidad, quienes “con intereses fuera de la defensa que hicimos nosotros de la tierra” pretenden detener de nueva cuenta la construcción, pues pretenden desestimar los acuerdos con las autoridades; sin embargo, comentaron, no son propietarios de los predios ni representan los intereses de los bienes comunales.
Explicó que el arreglo incluye la construcción de 10 puentes, pasos superiores multiusos ecológicos (para el tránsito de peatones y ganado), además de otras conexiones, entre ellos uno vehicular.
“Esto es muy importante, porque en el proyecto inicial la comunidad quedaba incomunicada, esa fue una de nuestras exigencias en principio, porque no hubo consideración para las actividades que desarrollamos y nos apartaron para dar paso a la vía”, explicó.
Precisó que la empresa constructora se comprometió a entregar un porcentaje del costo del peaje para conformar un fideicomiso, que será para proyectos dedicados a conservar el bosque, así como implementar pozos de captación de agua de lluvia, que servirá para asegurar la dotación de recurso a 12 alcaldías de la Ciudad de México y 12 municipios mexiquenses, hacia donde actualmente deriva el líquido de los manantiales de esta comunidad .
La concesión fue otorgada a Autopistas de Vanguardia (Autovan) y, según datos de los comuneros, el proyecto original de la autopista destruiría 600 mil metros cuadrados del Bosque Otomí-Mexica.