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rebeca.jimenez@eluniversal.com.mx
Naucalpan, Méx.— La seguridad es un tema sensible para la comunidad universitaria de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Acatlán, comunidad a la que asisten 22 mil alumnos y es la de mayor matrícula de la UNAM, de la que cada año egresan miles de profesionistas, con el apoyo de mil 770 académicos, algunos de los cuales han sido víctimas de actos delictivos, reconoció el director Manuel Martínez Justo, al rendir su primer informe de labores.
“Necesitamos el apoyo de las autoridades competentes, para poder enfrentar esta ola de inseguridad, que lamentablemente ha afectado a varios miembros de nuestra comunidad”, afirmó Leonardo Lomelí Vanegas, secretario general de la UNAM, quien acudió a la FES Acatlán, donde reconoció la recuperación de espacios académicos, los programas de movilidad y ampliación de carreras.
A raíz de hechos violentos, como el ataque a una profesora de la FES Acatlán, baleada al salir de este campus el 22 de febrero, se incrementaron acciones de prevención, para reducir factores de riesgo.
Realizaron “diagnósticos en zonas de mayor incidencia y riesgo; se incrementó el número de cámaras de monitoreo, iluminación de accesos y zonas de riesgo potencial; además de la instalación de una unidad móvil del Ministerio Público —de la Fiscalía general de Justicia del Estado de México— , informó el director Martínez Justo.
Además del rescate de espacios académicos, de forma conjunta con autoridades municipales y estatales, se reforzó el programa Sendero Seguro; aumentó la presencia de vigilancia con patrullas en los accesos de este campus y revisiones aleatorias al transporte público, puntualizó el director de este campus.
FES Acatlán, es la Facultad con mayor matrícula de la UNAM, donde 21 mil 945 alumnos cursan 19 licenciaturas, con la proyección de crear dos nuevas carreras.
