Canelo, un perro salchicha , y Laila, una pastor alemán , murieron calcinados durante las explosiones registradas en el predio donde almacenaban combustible en Melchor Ocampo, Estado de México.
Su dueño no alcanzó a rescatar a los animales y recibieron el flamazo de uno de los estallidos en la calle Pedro Pérez.
El fuego que corrió por la calle también provocó la muerte de dos periquitos y tres gallos. Algunos canes que resultaron lesionados, vagaban por la zona todavía con tizne en sus cuerpos.
Laila y Canelo eran los perros de la vivienda ubicada al lado del predio que se incendió. Por lo regular estaban sueltos y retozaban en el patio de la casa, cercado con malla ciclónica.
El propietario relató que esa tarde amarró a ambos perros. Cuando ocurrió el incendio puso a salvo a su familia y pensó en regresar por los animales y su camioneta, pero no tuvo tiempo, las llamas cubrieron su casa y terreno. Los canes quedaron calcinados en el sitio.
Esa tarde la calle Pedro Pérez se convirtió en un río de fuego, pues agua y combustible corrieron por la pendiente y quemaron todo a su paso.
Autoridades afirman que hasta el momento desconocen el contenido que se quemó, aunque pobladores aseguran que en el lugar almacenaban diesel.
pmba